A pesar de la prohibición, el kirchnerismo emplea a 15 mil estatales en un año

Todo pese a que el acuerdo con el FMI implica la prohibición de tomar más empleados

El Gobierno creó una entidad de Fomento de Sellos Nacionales de Música y un Observatorio de Talento Humano para nombrarlos.

Compromiso. La ex ministra de Economía Batakis anunció la suspensión de contrataciones en el Estado.

En julio de 2022, un decreto cerró las contrataciones de personal en el Estado, pero después de esa fecha el Gobierno pasó a planta permanente al menos a 15.500 empleados públicos. Ocupan puestos en varios ministerios y en gran medida son militantes del kirchnerismo.


Gane quien gane las próximas elecciones, el 10 de diciembre asumirá un nuevo presidente de la Nación. Alberto Fernández no será reelecto. El oficialismo podría continuar en el poder si el más votado en los comicios fuera el candidato Sergio Massa. Pero existen chances reales, concretas, y democráticas, de que se produzca una alternancia en el Ejecutivo.


Aun así, e incluso a pesar de una prohibición que rige por un decreto firmado por esta misma administración, a lo que se agrega lo prometido ante el FMI para cumplir con nuevos acuerdos, los K inciaron un plan para profundizar su expansión en el Estado. Día a día se designan nuevos empleados en cargos clave. Eso, mientras también se benefició a miles y miles de trabajadores públicos contratados como “planta transitoria” a la totalmente estable “planta permanente” (sin generalizar, muchos de ellos lo deberían tener merecido). Los caminos para esquivar las trabas para sumar más militancia al Gobierno son, incluso, muy creativos. Hay nuevos e insólitos organismos, de nombres pomposos, pero de objetivos poco claros y en un contexto de crisis financiera total. Los K parecen intentar buscar quedarse a pesar de que probablemente deban irse del poder. Lo que puede revelarse sobre estas novedades es mucho. Pero conviene ir de a poco.


De modo discrecional, se podría poner una fecha de inicio a esta inédita iniciativa oficial.


En su primera aparición ante los medios, Silvina Batakis, la reemplazante del renunciado ministro de Economía, Martín Guzman, prometió que se suspenderían las contrataciones del Estado desde julio del 2022 hasta el 31 de diciembre del 2023. Incluso pareció que cumpliría su palabra cuando se difundió el Boletín Oficial 426/2022, que reglamentó este método para achicar el gasto público, con excepciones razonables para suplir vacantes esenciales.


Batakis renunció tras ocupar solo 25 días el puesto de ministra de Economía de la Nación.


Ella misma fue una primera excepción que rompió la norma. El Presidente la “premió” por su fugaz paso por la gestión designándola presidenta del Banco Nación. Era un puesto ocupado por Eduardo Hecker, que es enteró de que lo removían en medio de un acto en Catamarca. Dio un discurso improvisado en el que destacó que durante sus años como titular de esa entidad se habían logrado conseguir un tercio de nuevos clientes. El resto correspondía a los 128 años anteriores de creado ese organismo financiero.


Fue el diputado nacional de Juntos por el Cambio, Matías Tascetta, quien señaló en un proyecto de resolución presentado en el Congreso, no solo esas inconsistencias, si no que agregó nuevas pistas del plan de los K para copar el Estado a pesar de las elecciones que podrían provocar un cambio de Gobierno.


Tras la asunción de Sergio Massa como reemplazante de Batakis, el 2 de noviembre del 2022, se emitió la decisión administrativa 1086/2022, firmada por el entonces jefe de Gabinete, Juan Manzur, y también por Massa, mediante la cual se “autorizaba el pase a planta permanente de 11.172 empleados públicos”. Esos puestos no solo serían para acelerar la administración del Palacio de Hacienda con el nuevo ministro. También se les daba garantía de estabilidad laboral a trabajadores y militantes K en Desarrollo Social, Salud, Ciencia, Justicia, Derechos Humanos, la Procuración General del Tesotes ro, Interior, el INADI, la Cancillería, y otros organismos similares. Incluso se dotó de personal permanente a otras áreas desconocidos del Estado, como el Instituto de Ayuda Financiera para el pago de Retiro y Pensiones Militares. La Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria; o el Instituto Nacional de Rehabilitacón Psicofísica del Sur “Dr Juan Otimio Otesone”.


La oposición Diputados continuó con la inquietud por el no cumplimiento de la suspensión de contrataciones para un Estado cada vez mejor dotado de personal. Los diputados María Eugenia Vidal, y también el hoy precandidato a primer diputado por Buenos Aires, Cristian Ritondo, presentaron otro proyecto de resolución para que el Gobierno explicase por qué la AFIP habría designado a alrededor de 2.100 empleados nuevos.


Paradojas: el decreto que congelaría nombramientos para mejorar el gasto público fue obviado, de acuerdo a los opositores, por el organismo encargado de recaudar el dinero de los impuestos para financiar a la administración pública.


En diciembre del 2022, por caso, otro escrito de los parlamentarios de Juntos por el Cambio, con la firma de Mercedes Joury encabezando un largo listado de colegas, señaló que en la AFIP se había beneficiado con el pase a “planta permanente” de los contratados estales “decenas de agensin experiencia y de reconocida militancia política”.


El 5 de julio pasado, el diputado Ritondo denunció que la Presidencia había difundido otro decreto que permitiría a la actual jefa del servicio secreto nacional, la AFI, Ana Clara Alberdi, a reorganizar la planta de espías, lo que la para la oposición esconder atrás el intento de contratar de modo permanente a “decenas de espías” que en realidad no serían agentes profesionalizados en el ingrato trabajo de recopilar información secreta y confidencial, sino que se trataría de, otra vez, ultra militantes K que tendrían como objetivo quedarse en ese organismo crucial para la seguridad nacional con el solo objetivo de elevar documentación a sus jefes del PJ si es que cambia el rumbo ideológico de la gestión.


Cada día, en el Boletín Oficial, a pesar de aquel decreto de Batakis para suspender los nombramientos en el Estado, pueden leerse más y más designaciones en puestos relevantes de varios ministerios.


O no tanto: el ministro de Cultura, Tristán Bauer, garantizó 108 pases a planta permanente de empleados del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Tras las PASO, la desazón que se palpita en el oficialismo es que el candidato K, Massa, no garantiza un triunfo electoral, por lo que un posible resultado negativo en las elecciones de octubre pone al funcionariado ante el temible llano. Jefes y militancia sin presupuesto estatal. Es por eso que, además de los nombramientos antes mencionados, que son, por supuesto, muchos, pero muchos más que los enumerados, se agudizó el ingenio burocrático para crear nuevos organismos, o políticas públicas que, por razones obvias pero no del todo esenciales ni entendibles en medio de una crisis y un déficit presupuestario galopante, deberán tener empleados para cumplir con sus objetivos.


El 28 de agosto pasado, por ejemplo, el Instituto Nacional de la Música (INAMU), publicó en el Boletín Oficial la Resolución 349/2023, con la que informa a la población “que resulta necesario una línea de fomento que permita el desarrollo de diversos actores de la actividad musical vinculados a la producción, publicación y promoción de fonogramas”.


Es por eso que se aprobó el llamado “Fomento de los Sellos Nacionales”.


El fin de este caritativo plan financiado con fondos de los contribuyentes está basado en que un nuevo “Consejo”, se supone, de expertos e idóneos en la materia, seleccione qué sellos discográficos merecen un subsidio de medio millón de pesos por su calidad en la producción musical.


El INAMU, entonces, se ve en la obligación de “designar” a los integrantes de ese “Consejo” que descubrirá los más notables “Sellos Nacionales” que necesitan, a pesar de su genialidad productiva, fondos públicos para subsistir.


Los ejemplos de designaciones en


Hasta usa la Agencia Federal de Inteligencia para tomar militantes de La Cámpora


organismos novedosos, de este estilo, son cientos y cientos.


El jueves pasado, el Ministerio de Salud publicó la resolución 1927/2023, que creó el “Observatorio Federal de Talento Humano en Salud (OFETHUS)”, que cumplirá su tarea “en el ámbito de la DIRECCIÓN NACIONAL DE TALENTO HUMANO Y CONOCIMIENTO” en el ministerio de Salud. El nuevo OFETHUS será coordinado por dos nuevos funcionarios. Son Maia Berlin y Martin Recanatti. El texto aclara que ambos trabajarán “ad honorem".


Sin quitar ningún mérito, ¿serán ellos los únicos integrantes del OFETHUS? Se sobreentiende que no, debido a que son, justamente, “coordinadores”. ¿Para detectar el talento humano en Salud se necesita no solo una secretaria con ese mismo objetivo sino que también es necesario crear un Observatorio? La Salud pública pasa por una crisis absoluta, desde deficiencia en la atención a paciente a falta grave de insumos.


La expectativa debe ser alta con los nuevos coordinadores del OFETHUS, ya que su trabajo es descubrir Talento Humano y Conocimiento en la Medicina. Quizás sean ellos los talentosos que se encuentren, finalmente, a sí mismos. Y así, cada día, el Boletín Oficial informa sobre nuevas designaciones y organismos que engordan un Estado Nacional que soluciona poco, pero se agranda cada vez más. A pesar de que se estableció, por decreto, exactamente lo contrario.

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