Más de la mitad de las personas usan ahorros para pagar el día a día

El 56% de los encuestados en un sondeo privado admitió hacerlo y el 39% sumó horas de trabajo o negocio propio.

Reventar el canuto. Más argentinos venden dólares para pagar gastos.

La inflación inició un sendero hacia la baja desde el pico de diciembre. Sin embargo, los ingresos de la población se licuaron y esa pérdida de poder adquisitivo dejó su huella: un 54% de la gente considera que la capacidad de consumo de su hogar “es peor o mucho peor” que hace un año.

El dato es una de las conclusiones de un estudio de la consultora Moiguer. Básicamente plantea que el relativo “optimismo” que prima sobre la macroeconomía, especialmente en el largo plazo, “no se traduce en el día a día de los consumidores”.

Predomina la sensación “bueno para el país, malo para mí”, resume el trabajo sobre 1.300 casos y focus groups titulado “La brecha entre la macro y la micro”.

En este escenario, el 72% de la muestra consideró que los ingresos de su hogar están por debajo de la inflación; el 55% declaró que posee deudas (esto es 10 puntos más que en 2023) y el 56% debió utilizar ahorros para pagar gastos del presupuesto cotidiano (20% comenzó a hacerlo este mes, 36% ya lo hace desde meses anteriores).

Finalmente, un 39% de los consultados sumó horas de trabajo (en su actual empleo o en uno nuevo) o comenzó un negocio propio para generar más ingresos. Este porcentaje se eleva al 47% entre las clases bajas.

Sucede que la inestabilidad laboral comienza a ser motivo de preocupación para la gente, según el sondeo. El 50% considera que tiene una situación laboral “inestable” para los próximos seis meses. El 37% de los encuestados confesó tener “temor de perder el empleo” en los próximos meses, en tanto esa porción llegó al 51% en las clases bajas.

Ante la pregunta de qué medidas considera la gente que podría tomar el Gobierno para aliviar su situación económica, un 42% respondió curiosamente: “establecer una canasta básica de productos regulados a precios más accesible”; un 36% -seguramente impactado por los aumentos de las tarifas que están llegando a los hogares, propuso un “subsidio a la tarifa de luz”.

Otro 34% pensó en “un aumento de la jubilación mínima”; un 29% un “subsidio a la tarifa del gas”; un 28% argumentó necesitar un “programa tipo Precios Cuidados/Justos” y un 25% se inclinó por un “subsidio al boleto de transporte público”.

Otro dato de alerta en el trabajo sobre la visión de los consumidores es que “a los ciudadanos les empieza a quedar cada vez menos resto”, según Fernando Moiguer. Eso refleja que casi la mitad de los encuestados tildó la opción “no puedo esperar, necesito que la situación comience a mejorar”.

Las respuestas tienen diferentes matices, según los niveles socioeconómicos. En general, el consumidor se muestra “fuertemente restrictivo”, según la consultora. Aunque los recortes de la clase media están a su nivel máximo y comienza a presentar niveles de ajuste por sobre el promedio.

En el bimestre abril y mayo, en esta última encuesta, el 51% de las personas dijo no haber hecho ningún consumo “hedónico” en los últimos 30 días, como salidas, compras de indumentaria, tecnología y electrodomésticos, o uso de servicios de delivery. En 2018, este porcentaje era del 32%.

Este comportamiento restrictivo de los consumidores está afectando a todas las categorías y canales. Según el relevamiento, las caídas de consumo entre el primer trimestre de 2023 y el mismo período de este año fueron del 45% en electrodomésticos; 32% en insumos de la construcción y 12% en naftas.

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