“Verbitsky sos el número uno / Verbitsky cuando pueda te vacuno”

Por: Alejandro Borensztein

Antes que nada, los lectores comprenderán que gente de tanto nivel no podía haber sido vacunada en una simple Secretaría. Había que hacerlo Ministerio. Bien ahí, una vez más, el “presidente”.

Si la idea del viernes era festejar el cumpleaños de Cristina, yo le hubiera comprado una cartera, se la mandaba a la casa y chau. Pero se ve que VerbitskyGinésValdésMoyano y toda esa gente que la adora tanto, prefirieron darle una sorpresa y hacer algo mucho más divertido. Vaya si lo lograron.

La imagen no podría ser más alucinante: un grupo de los más altos dirigentes del kirchnerismo vacunándose de canuto en un bañito del Ministerio de Salud. Llegando con anteojos negros para que no los reconozcan y esperando el pinchazo bajo la luz de un tubo fluorescente.

Los enfermeros encargados de vacunar eran traídos en secreto desde el hospital. ¿Entraban al Ministerio disfrazados como los de La Casa de Papel? ¿Bajaban de un camión de Edenor o llegaban en bicicleta simulando ser de Rappi? ¿Y las vacunas? ¿Venía escondidas en una camioneta de Freddo?

La historia es una mezcla perfecta entre la sordidez de los bolsos de López en el convento y el disparate de una película picaresca de Sofovich.

Una de las mejores escenas debió haber sido cuando algún cómplice del operativo entraba al despacho de la viceministra (ahora flamante ministra) Carla Vizzotti y la distraía haciendo monerías mientras los vacunados VIP, ponele Verbitsky y Valdés, pasaban al despacho de Ginés en puntitas de pie, por atrás. Es la única manera de entender que la viceministra no haya visto nada. Nunca. Ni escuchó hablar del asunto. ¿Raro, no?

Si quien distraía a Vizzotti era la payasa Filomena, la historia es redonda. Como ve amigo lector, en formato de documental o de ficción, el programa se hace solo.

“Jeringas para la Liberación”, muy pronto en Netflix De todos modos, hay algo de todo este cuento que no cierra y que suena sospechoso.

Habiendo visto lo que resultó ser Ginés González García, todo lo que dijo desde marzo, todo lo que prometió y nunca se cumplió, todas las vacunas que anunció y todo el humo que vendió a lo largo del año, no debería sorprendernos que a los pobres vacunados VIP, en lugar de la Sputnik, les hayan aplicado la antitetánica.

Dicho todo esto, solo le quiero pedir al gobierno (ya que están tan generosos con los amigos) que me vendan los derechos para televisión del día de la segunda dosis. Ese es el espectáculo que nadie va a querer perderse. La segunda dosis de los vacunados VIP.

Filomena, del grupo infantil Vuelta Canela, la payasa que estuvo en un reporte diario del coronavirus.

Filomena, del grupo infantil Vuelta Canela, la payasa que estuvo en un reporte diario del coronavirus.

Yo haría una gran transmisión por Canal 13, en vivo desde el Ministerio de Salud con algunos cambios para mejorar el show. Imagínese amigo lector, el bañito, el ministerio, Ginés, Verbitsky, todo es una rascada tan grande que si no conduce Juanita Viale para darle un poco de glamour nos morimos. Creo que si lo producimos bien la rompemos (Chueco, mañana tempranito nos hablamos).

Y hay que apurarse antes que TELEFE se avive, se lleve a todos los vacunados y los meta en Masterchef Celebrity 2.

América la tiene servida. No se la pueden perder. Ya tienen “Intrusos”, “Intratables”, “Informados”. No se que esperan para poner al aire “Inmunizados”. Sería un golazo.

Queda el gusto amargo de la decepción por el Perro Verbitsky. No se merecía este final. Ver a un alto jefe Montonero como él, que se cansó de mandar a asesinar gente, salteándose la cola de las vacunas porque le tiene miedo a un virus, es un papelón.  Semejante criminal mendigando un antiviral. Se nos cayó un ídolo.

Distinto es el caso de Moyano con el que sería más comprensivo. Al fin y al cabo el Hugo es esencial. Sin Moyano, ¿quien te para el país? Y ni hablar de Insfrán. Si no se vacunó, por favor mándenle una luncherita con hielo y un par de Sputnik, no sea cosa que se contagie y peligre la democracia formoseña.

Tal vez una buena medida que podría tomar el gobierno es usar el suero de los inmunizados, o sea pedirle a Verbitsky, Valdés y compañía que donen 3 ó 4 litros de sangre cada uno. No va a alcanzar para todos los argentinos pero por lo menos es una buena manera de resarcirse del papelón.

Para la gente que no sigue la cosa muy de cerca, hay que aclarar que todo esto ocurrió en momentos en que la mitad del personal de salud del país todavía está sin vacunarse. De los 763.000 trabajadores de salud, 391.975 recibieron una dosis y, de estos, solo 241.662 recibieron las dos dosis (ahora habría que sumar a la lista al doctor Moyano, al doctor Valdés y los demás doctores amigos).

El episodio se da en un contexto de varios casos en los que se estaba vacunando a militantes y funcionarios kirchneristas con condición de alto riesgo (alto riesgo para el país, ¿se entiende no?). Al mismo tiempo, La Cámpora está reclutando militantes para que apliquen las vacunas luciendo las pecheras de la organización y sus respectivos tatuajes de Néstor y Cristina en los brazos. En realidad, no se entiende para qué corno los reclutan si igual no tenemos vacunas. En todo caso, mientras tanto, ya que se llevan fenómeno con Maduro, podrían ir trayendo de Caracas unos bidones con las famosas “goticas milagrosas” y van repartiendo. No se, uno tira ideas para ayudar.

Al pobre Ginés lo rajaron y ya fue reemplazado por Carla Vizzotti. Para los que no la tienen tan clara porque viven en el exterior (que son cada vez más) Vizzotti es la que estaba encargada de la compra de vacunas, viajó a Rusia y hace un par de semanas declaró textualmente que “debemos decidir si en marzo queremos 10 millones de personas vacunadas con 2 dosis o 20 millones de personas vacunadas con una sola dosis”. Juro por mi platea en la Bombonera que todo esto es cierto. No es una joda.

Decida usted amigo lector porque yo no se que contestarle a Vizzotti: ¿Quiere 10 millones o 20 millones? Piénselo tranquilo, no hay apuro. Esta señora es la nueva Ministra de Salud de la Argentina, en el medio de la pandemia, sin vacunas y a dos meses de la segunda ola. Compremos barbijos.

Los gorilas que están festejando el despido de Ginés deberían recordar la más infalible de las 20 verdades kirchneristas, tantas veces destacada en esta página: “Cada vez que el kircherismo decide rajar a un tipo o a una tipa del gobierno, inexorablemente será reemplazado por algo peor”. Ojalá esta vez no se cumpla.

Y para aquellos que están tan indignados, consuélense pensando que esto ocurrió porque, más allá de haber corruptos y perversos, sobre todo está lleno de inútiles.

Por eso, cuando lleguen las vacunas seguramente no habrá jeringas descartables por trabas a la importación, y cuando lleguen las jeringas descartables seguro que habrá paro de transporte y nadie podrá ir a vacunarse, y cuando levanten el paro no va a haber combustible porque a YPF la manejan como el orto, y cuando aparezca el combustible habrá cortes de luz, como siempre, y se van a terminar descongelando todas la vacunas, y cuando se descongelen todas las vacunas van a ir otra vez a hablar con Putin, de rodillas. Así es el país.

Si esta gente hubiera estado a cargo del aterrizaje del Perseverance en Marte, en este momento la nave estaría en la Isla Maciel.

Riamos para no llorar.

Fuente: Clarín

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