Surge de una encuesta sobre la cuarentena entre 10.000 personas. “No sé qué me pasa. Anoche no pude pegar un ojo. Y me cuesta mucho concentrarme. Los días me parecen eternos”, dice Sofía Sánchez, de 33 años, madre de dos varones de siete y diez. Si no hace las cuentas, no sabe cuánto pasó desde que empezó la cuarentena. “Tengo que fijarme en el celular qué día es. No sé si es lunes o jueves. Y ya casi no distingo entre el día y la noche. Desayunamos a las 12 y cenamos a las 18. Está todo trastocado y nuestro ánimo, también”, detalla. Aunque sigue trabajando desde su casa porque es diseñadora, cada vez tiene menos demanda laboral. “Espero que pase pronto. Me siento un poco deprimida”, confirma. No es la única. Uno de cada tres argentinos desarrolló síntomas depresivos-ansiosos durante la cuarentena, según el primer estudio que se hizo para medir el impacto emocional de la epidemia, que analizó más de 10.000 casos y estuvo a cargo del Instituto de Neurociencias Cognitivas y