“Si no se pudiera robar, ¿qué fin habría en hacer gobierno?”

Argentina cayó 18 puestos en el ïndice de Percepción de Corrupción: es la segunda caída en el gobierno de Fernández.

Silvia Fesquet (Clarín) - 30/1/2022.

“La coima es la polilla que roe el mecanismo de nuestra administración, la rémora que detiene la marcha de la nave del Estado (...) la coima es la diosa protectora (...) de todos los comisarios que entran flacos y salen gordos, de todos los magistrados que se taponan los oídos para no escuchar los alaridos de la Justicia (...) no hay uno que resista la coima (...) que no se le rinda, después de una lucha más o menos larga. Y el que no coimea...deja coimear”.

La implacable descripción lleva la firma de Roberto Arlt (1900-1942), se titula “Su majestad, la coima” y es una de las Aguafuertes incluida en el libro “Tratado de la Delincuencia”. Tiene poco menos de un siglo, pero podría haber sido escrita ayer.

Igual que esta: “Yo veo (...) que son más las leyes que se infringen que las que se cumplen (...) de esta buena voluntad se necesita mucha y muy robusta para recordar tantas leyes y para infringirlas a todas, y a las que no se infringen, quebrantarlas, y a las que no se quebrantan, violarlas, y a las que no se violan, se fuerzan, y a las que no se fuerzan ni se violan, se tuercen como medias de pobres, se adaptan como trajes de serie, quedando las pobres tan maltrechas, tan sin jugo, tan sin ley, que ya no son leyes sino entuertos, y tienen tanto de derecho como la giba de un dromedario”.

Las Aguafuertes arltianas vienen de golpe a la memoria de la mano de algunos indicadores que desnudan su vigencia inapelable. De acuerdo con el último Informe de Transparencia Internacional (TI), en 2021 Argentina retrocedió y cayó 18 lugares en el Indice Global de Percepción de la Corrupción: es la segunda caída desde que Alberto Fernández asumió el gobierno. En un registro donde la mejor puntuación es 100 (implica ausencia de corrupción) y 0 es la peor, el país tiene 38 puntos, por debajo de la mitad de la tabla y muy lejos de los 88 puntos de Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda, a la cabeza del ranking como los menos corruptos. Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, capitulo argentino de Transparencia Internacional, fue claro: “El resultado para Argentina es malo y se observa que mantiene una caída en la percepción de los consultados sobre el nivel de corrupción en el sector público en nuestro país” .

Es que acá tampoco hubo magia: fueron muchos los factores, señalados también por los expertos, para explicar el nuevo descenso argentino en el Indice de TI. El continuo intento desde el Gobierno para minar de diferentes formas la independencia del Poder Judicial es uno. Desde el intento sistemático por reformar el Ministerio Público Fiscal hasta declaraciones, de Alberto Fernández y Cristina Kirchner para abajo, denigrando a la Corte Suprema, lo que tendrá una de sus máximas expresiones mañana, con la marcha convocada por el ultrakirchnerismo y a la que adhieren desde ministros del Ejecutivo como Jorge Ferraresi y Aníbal Fernández hasta sindicalistas como Moyano, el líder piquetero Luis D’Elía, la jefa de los fiscales y de la Agencia Federal de Inteligencia, con el objetivo de echar a los miembros del Tribunal. Y detrás de todo, la búsqueda de impunidad para la vicepresidenta en las causas por corrupción en trámite.

El vacunatorio Vip con funcionarios, parientes y allegados recibiendo vacunas de privilegio, antes aun que los mayores y más vulnerables, y hasta falseando su condición, como si fueran personal médico, junto con la falta de transparencia en compras en pandemia o la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yáñez en Olivos en medio de las restricciones por la cuarentena, son algunos de los item con peso en el descenso de Argentina en el ranking de Transparencia. Por no hablar de la lentitud con que tramitan las causas de corrupción (muchas llevan más de una década). La corrupción se produce por comisión, pero también por omisión.

Para la próxima medición de TI quedará la visita del ministro del Interior, Wado de Pedro y su colega de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, a la detenida y condenada Milagro Sala en su casa de Jujuy pidiendo “reconstruir una Justicia que no persiga opositores”.

“Cuando en su camita de hombre honesto (...) muere un hombre que manejó los caudales públicos y salió de las covachas administrativas tan ratón y pobre como entró (...) los maravillosos sinvergüenzas dicen compungidamente: Era un buen hombre, pero no sabía robar (...) es que las leyes se han hecho para eso. (...) Si no se pudiera robar, ¿qué fin habría en hacer gobierno?”, se preguntaba Arlt. Tantas décadas atrás.

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