Dolarizar la economía: pro y contras según la mirada de los economistas
El diputado Javier Milei propuso adoptar el esquema que rige en Ecuador desde el 2000. ¿Es posible en la Argentina?.
La idea de dolarizar la economía no es nueva, hay mucha biografía escrita al respecto y es una propuesta que va y viene cada tanto en la Argentina, o mejor dicho cada vez que las fórmulas repetidas para mejorar la variables económicas y bajar la inflación se vuelven un obsesivo objetivo a alcanzar. Así entonces aparecen defensores y detractores de tomar un sendero de estas características como el que ya adoptó Ecuador.
Esta vez, la idea de dolarizar la puso sobre la mesa el diputado Javier Milei, aunque no es el único de la oposición que lo plantea. "La única receta viable" para reducir la suba de precios es "dolarizar", dijo el libertario. Por la noche, el titular del Banco Central, Miguel Angel Pesce, contrarrestó esa propuesta durante una entrevistar en C5N: "Algunos hablan de dolarización y te lo venden como algo posible, pero no explican que para llegar a eso hay que hacer un ajuste tremendo".
A raíz de estos dimes y diretes, Clarín consultó a dos analistas para intentar dilucidar por qué sí o por qué no conviene tomar esta salida para buscar bajar la inflación que no deja de subir y prevé alcanzar un 6% en marzo.
Para el economista Gabriel Rubinstein, autor del libro "Dolarización, Argentina en la Aldea Global”, en 1999 cuando él lo escribió "había una idea básica de que la dolarización podía contribuir mucho para evitar el default, y evitar un colapso de la economía". Ese proceso finalmente sucedió dos años más tarde que fue todo el colapso de la convertibilidad, la pesificación y el corralito.
Puesto en contexto, el economista aclaró que "eso tenía sentido en ese momento y de esa forma". "Ahora para dolarizar tenes que tener reservas, algo que hoy no hay", dijo. Y agregó: "Antes de encarar un proceso de estas características hay que ver qué objetivo se persigue. Si lo que querés es bajar la inflación a 5% anual, no se necesita dolarizar".
A su entender, hoy por hoy el objetivo imprescindible es eliminar el déficit fiscal. "Eliminando el déficit fiscal en poco tiempo tenes la posibilidad de tener una inflación como tienen cualquiera de los países", señaló. Y aclaró: "No se necesita dolarizar para no tener inflación".
Otra de las contras que ve para llevar adelante un proceso de estas características es que "en la Argentina hemos caído tanto y estamos en un nivel tan bajo de credibilidad institucional y de apego a las normas, que una dolarización es bastante fácil de revertir, con lo cual no crea la estabilidad de reglas de juego necesarias".
Por último para el especialista, para dolarizar "tenes que tener un enorme consenso político. Y acá no tenes ni consenso para reducir el enorme déficit fiscal, así que lo veo dificil".
"En esencia si bien es una regla rectora que puede tener su utilidad, no veo que sea un momento adecuado para pensar en eso. Toda la energía debe estar puesta en eliminar el déficit fiscal para poder eliminar la inflación", concluyó.
¿Sirve dolarizar sin tomar otras medidas de fondo?. Foto ilustrativa: pixabay.
Por su parte, el economista Alfredo Romano, autor del libro "Dolarizar un camino hacia la estabilidad económica" ve más pro que contras, o mejor dicho, las contras que ve son de alguna manera efímeras. Como primer punto para el especialista lo más importante con este tipo de propuestas es que "toma vuelo la sociedad argentina" porque es escuchada su demanda de propuestas concretas en política económica". "Esto eleva la vara de la discusión", comentó .
Y dentro de las cosas positivas que este tipo de procesos pueden traer, es que logra "en sólo 18 meses logra bajar la inflación". Además, "ayudaría a estabilizar los salarios reales en dólares y es una política económica dificil de volver para atrás", indicó.
Sobre este último punto, Romano explicó que "sería la primera vez que una política económica trascendería a los políticos de turno". "Hasta ahora, cada cuatro años se cambia el rumbo de la economía porque no hay políticas de estado que se mantengan en el tiempo", aclaró.
Otro punto a favor, "disciplina fuertemente la política monetaria que históricamente es el cheque en blanco de la política de turno", y también "haría crecer fuerte el crédito". "Hoy por hoy podes comprar una camisa en 24 cuotas, pero para adquirir una casa tenes que poner dólar sobre dólar porque no existe el crédito hipotecario. Al revés de lo que pasa en el mundo", advirtió.
Por último, para el analista "democratiza" la moneda en la Argentina. Es decir, "hoy los pesos son de los más humildes, y sólo los que tienen capacidad de ahorro pueden acceder a los dólares", comentó.
Dentro de las contra, Romano detalló que la principal está asociada a la política monetaria: "Te quedas sin emisión monetaria (porque no podes emitir dólares), ni posibilidad de tocar las tasas de interés, y entonces se acaba la defensa frente a un shock externo". Además, "perdés la posibilidad de cobrar el señoreaje", que son las utilidades que percibe la autoridad monetaria por el derecho de emisión de moneda.
Como tercera razón en contra, "una dolarización requiere de otras reformas, como la laboral, la fiscal y la comercial. Sin ese conjunto de cambios no va a servir dolarizar". Cuarta y última, "se pierde el prestamista de última instancia que en nuestro caso es el Banco Central".
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SN
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