Los salarios y las jubilaciones quedarían a fin de año entre 3 y 5 puntos debajo de la inflación

PUBLICADO EN LA NACIÓN
La caída de los ingresos personales en términos de poder de compra podría recortarse hacia fin de año, pero ni los trabajadores ni los jubilados cerrarían 2018 con sus bolsillos empatándole (y menos aún ganándole) a la inflación. Las proyecciones de varias consultoras y economistas consultados por LA NACION indican que las subas nominales acumuladas por los sueldos quedarían entre 3 y 5 puntos por debajo de la evolución del índice de precios al consumidor. Y en el primer año de aplicación de la fórmula de movilidad jubilatoria establecida por la reforma del agitado diciembre de 2017, tampoco habría un saldo favorable para los jubilados y pensionados de la Anses.
Los economistas que calculan cómo les va a los salarios mes a mes en cuanto a su capacidad de comprar bienes y servicios, señalan que en la comparación interanual el signo negativo reapareció durante el segundo trimestre y que la intensidad de la pérdida varía según qué parte del año se mire. Hay quienes estiman que este es el momento de mayor debilidad para el bolsillo, y hay también quienes advierten que el piso aún no llegó y que llegará hacia octubre. Luego, se recortaría la caída.


En el escenario hay varios actores y realidades: la actividad muestra signos desalentadores (este jueves se conoció que la industria cayó 8,1% en junio), la brusca suba del dólar que ocurrió entre abril y junio no termina de dejar su huella en los precios, y no pocos sindicatos siguen moviendo sus fichas -según lo que ya habían acordado- para acomodar aquellos convenios firmados por alzas anuales del 15%, un índice que equivale a menos de la mitad de la inflación ahora esperada para todo 2018.
La edición más reciente del relevamiento de expectativas que hace el Banco Central arrojó como resultado una inflación anual de 31,7%, según el promedio de lo esperado para todo 2018 por más de 60 centros de estudios económicos. Frente a esa cifra, se cree que los salarios cerrarán con subas de alrededor de 27% o 28%, también en promedio.
"Estimamos que la inflación, según el dato del Indec para el total del país, estará entre el 31,5% y el 32% y que el Ripte (el índice de la remuneración promedio de los trabajadores registrados) va subir alrededor de 27,2%", señala Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL.
Así, con una brecha nominal de al menos 4,3 puntos existiría una caída del salario real de 3,3%: lo que en diciembre de 2017 valía 100, un año después valdría 131,50, y mientras que el trabajador recibía 100 en 2017, en diciembre de 2018 recibiría 127,2, con lo cual podría comprar el 96,7% de aquello a lo que podía acceder un año atrás (esta es la pérdida del llamado salario real).
Desde la firma C&T Asesores, Camilo Tiscornia plantea un escenario similar para la comparación de ingresos entre los meses de diciembre: estima una suba promedio de los salarios de 27% y una inflación de 30%. "La baja del salario real no es pareja en el año; ahora estamos en el peor momento porque la inflación subió mucho y los salarios vienen más lento, pero la pérdida debería atenuarse de a poco", señala, para agregar que para ver una recuperación, que no será de magnitud importante, habrá que esperar hasta el año que viene.
Las proyecciones de Orlando Ferreres & Asociados indican que el signo positivo en la comparación interanual del salario real se vería en abril de 2019. Mientras tanto, estima el economista Fausto Sportorno, el poder de compra cerraría 2018 con una pérdida de 3,4%, luego de llegar a una caída interanual de 5,3% en octubre, un mes en el que llegarán facturas de servicios con aumentos.
También según las proyecciones de Abeceb el peor momento sería el décimo mes del año, con una caída interanual del salario real del 4,1%, mientras que en diciembre y en comparación con el mismo mes de 2017 la pérdida sería de 2,2%.
Una de las explicaciones para el alivio hacia fin de año es la renegociación paritaria para varios sectores. En comercio, la negociación original establecía un aumento de 10% en abril y otro del 5% para agosto, "que llevaban a terminar el año con un 11% menos de poder de compra que en diciembre de 2017", según un análisis del Iaraf, que agrega que con las nuevas condiciones (se renegoció y se agregaron tres subas más, la última ya en 2019) y con una inflación estimada en el 30% anual, la caída a diciembre se ubicaría en el 6%.
"Difícilmente las reaperturas de paritarias y los bonos de fin de año puedan compensar los efectos de la inflación; sí pueden mitigarlos", dice Irina Moroni, de la Fundación Capital, donde estiman que al último mes los sueldos habrán crecido un 28,6% frente a una inflación de 31,8%.
Para Federico Furiase, economista del estudio Eco Go, hacia adelante la apuesta es a "recuperar la credibilidad del mercado, para mantener el dólar tranquilo durante el año electoral y poder lograr una recuperación del salario real, con algo de atraso cambiario pero partiendo de niveles más competitivos". Mientras tanto, dice, este año cerraría con una inflación de 31,5% y salarios nominales 26,5% más altos.
Cómo le irá a los salarios es una variable para saber cómo cerrarán su año los jubilados. Según un informe del estudio jurídico Tróccoli, la suba total del año podría ubicarse en el 28,83%, lo cual, frente a una inflación de 31,7% derivaría en una pérdida de poder adquisitivo (de punta a punta del año) de más de 2,2%.
A septiembre, los haberes habrán acumulado un 19,2% de incremento nominal (con alzas acumulativas de 5,69% en marzo, 5,71% en junio y 6,7% en el noveno mes). De los datos necesarios para calcular la movilidad de diciembre falta saber cuánto crecieron los salarios en junio. La proyección citada ubicó esa variable en 1,8%, un nivel probable dada la evolución reciente del indicador.
A partir de este año, la movilidad jubilatoria es trimestral y los porcentajes se calculan sumando el 70% de la inflación de un trimestre y el 30% de la variación del índice salarial Ripte. La cuenta se hace tomando datos con un rezago de seis meses y así, por ejemplo, la suba de diciembre se determina según lo ocurrido entre abril y junio.
Ese retardo de las variables lleva a que, en un escenario de inflación creciente como el de estos meses, se aleje la posibilidad de una recuperación inmediata de la capacidad de compra. En el primer semestre del año, por ejemplo, se acumuló una inflación de 16% y los haberes subieron un 11,72%, lo cual derivó en una caída del ingreso real de 3,7%, que resulta bastante mayor si se tiene en cuenta que, antes de la suba de marzo, la última que habían recibido los jubilados fue la de septiembre de 2017.
Al igual que ocurre con los asalariados, se estima que esas pérdidas se recortarían hacia fin de año (en el caso de los jubilados, porque la inflación, principal variable de la fórmula de movilidad, ya se había acelerado en el segundo trimestre del año, el período de referencia para estimar la suba de diciembre), pero el signo negativo persistiría.
La recuperación, de un nivel incierto, podría llegar bien entrado 2019.

La foto actual de los ingresos

Datos generales y principales convenios
Construcción
La Unión Obrera de la Construcción firmó con la cámara empresaria sectorial un acuerdo por un 10% para abril más otro 5% para este mes de agosto; el acuerdo incluyó una cláusula de revisión para verificar, en diciembre, "si se han visto afectados los incrementos" a causa de la inflación
Sueldos en general
Los datos oficiales publicados hasta ahora indican que entre enero y mayo los salarios subieron, según el índice Ripte -de trabajadores formales y estables-, un 11,6% frente a una inflación de 11,82%; si se sigue el índice del Indec referido al sector privado, los ingresos en ese período tuvieron un alza del 10,3%
Comercio
El acuerdo salarial se había firmado por un aumento del 15% (10% en abril y 5% en agosto): con la aceleración del alza de precios hubo una renegociación y se agregaron incrementos del 3% en octubre, 3% en noviembre y 4% en enero de 2019; así, se llega a un total del 25%
Jubilados
Por la nueva ley de movilidad, en la primera mitad del año recibieron una suba acumulada de 11,72%, mientras que la inflación fue del 16%; para septiembre el aumento nominal llegará a 19,2% y para todo el año se proyecta que estaría en 28,8%, sin que se alcance la inflación esperada
Sanidad
El convenio de los trabajadores de la salud determinó un incremento total de 27,5%, que se completa por etapas: 10% en julio, 5% en agosto, 5% en octubre, 5% en noviembre y 2,5% en febrero de 2019. Se firmó una cláusula de revisión con efectos al vencimiento del pacto (junio de 2019)
Camioneros
A mediados de junio, casi dos meses después del inicio de la corrida cambiaria, el sindicato pactó con los empresarios un aumento en tres tramos (julio, noviembre y marzo), con una cláusula de revisión y un bono a cobrar a fin de año. Con este adicional la suba total alcanza el 25%

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