Kirchner y Chávez, ladrones de la Plata Grande

El nuevo editorial de Alfredo Leuco para Le doy mi palabra.


Néstor Kirchner y Hugo Chávez quisieron quedar en la historia como San Martín y Bolívar, los próceres de la Patria Grande. Pero a medida que se conoce información más detallada de las corrupciones colosales que Néstor y Chávez cometieron, van rumbo a convertirse en el Gordo Valor y La Garza Sosa, los ladrones de la Plata Grande.
Los presuntos libertadores de América en realidad se hicieron millonarios, como los estafadores de América, porque se quedaron con mucho dinero de los argentinos y venezolanos más pobres.
Se llenaron la boca hablando en contra del Fondo Monetario, el imperialismo y los banqueros. Pero se llenaron los bolsillos de los dólares sucios producidos por la cleptocracia que instalaron en ambos países.
Hoy el colega Daniel Santoro revela en el diario Clarín una maniobra y solo una, de las muchas bicicletas financieras ilegales que ejecutaron el Gordo Chávez y la Garza Kirchner. Y la información no fue aportada al expediente judicial por la CIA. El que contó todos los detalles fue Claudio Uberti, en su declaración cómo arrepentido. Estamos hablando del gerente de las coimas de los peajes en las rutas y los peajes en el concubinato con Venezuela. Néstor y Hugo tuvieron relaciones carnales pagas. Y con sus respectivas muertes, dejaron países infectados de mentiras, latrocinio y autoritarismo que luego Nicolás Maduro y Cristina, sus sucesores, terminaron de dinamitar.
No se olvide: la solidaridad latinoamericana del chavismo nos otorgó préstamos usurarios de dinero a tasas del 15 % que nos perjudicaron muchísimo. Le recuerdo que el “sanguinario” FMI nos cobra el 4,5%. Más de tres veces menos.
Los negociados de Julio de Vido con el petróleo y los barcos que nadie sabe cuántos fueron ni cuanto nos costaron. Esa parte de la corrupción todavía no se investigó. Don Julio, como si fuera Don Corleone, desde la cárcel amenaza a los arrepentidos que están diciendo la verdad y les dice traidores y ortivas. Tiene miedo de quedarse en la cárcel durante toda la vida. Y falta investigar las coimas que hubo que pagar con la maquinaria agrícola.
Insisto con el tema: Claudio Uberti, el que deschava al chavismo, era la pieza clave de lo que se conoció como lo embajada paralela. Uberti era un títere de Julio de Vido, el gerente general del robo sistemático y gigantesco que hicieron los presidentes Néstor y Cristina Kirchner.
Hay que recordar la valentía del embajador de entonces, Eduardo Sadous, que denunció estos y otros delitos y que fue perseguido por eso. Por ejemplo, en el 2004 se había creado un fideicomiso entre Caracas y Buenos Aires para el intercambio de fuel oil por productos industriales en un banco suizo. Fue tan grave la ilegalidad que luego, por diversas denuncias, el UBS, cerró esa escandalosa cuenta.
Hay que recordar que Aníbal Fernández con su obsecuencia eterna, mintió al decir que Guido Antonini Wilson no había estado en un acto en la Casa Rosada. O la Casa Robada, a esta altura. ¿Se acuerda? Después un video del canal del estado mostró la presencia de Antonini en la sede del gobierno y lo desmintió en la cara dura de Aníbal. Era aquel avión, fletado por Enarsa y pagado por todos los argentinos, que trajo una valija de 800 mil dólares que fue descubierta en la aduana por María Luján Telpuk, en ese entonces agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Dicen que esos 800 mil eran solamente una parte de un traslado de 5 millones de dólares.
Lo primero que Antonini hizo fue concurrir a un acto en Balcarce 50. Lo primero que Uberti hizo fue ir a la quinta presidencial de Olivos para contarle la mala nueva al comandante Néstor.
Uberti confesó ante la justicia que en una operación trucha realizada con bonos de la deuda argentina en 2007, Néstor y Chávez se quedaron con 25 millones de dólares cada uno. Y que la parte del presidente argentino llegó al país en billetes verdes en aviones especialmente fletados. Tal vez algún fanático negacionista de la realidad piense que Uberti está mintiendo. Es fácil. Aportó pruebas, lugares y detalles para corroborar lo que dijo. Si es cierto, se beneficiará con una baja de su condena. Pero si es un engaño, se multiplicará su pena.
Para que quede más claro: Uberti no le contó esto en un café a un amigo ni es un trascendido de un periodista. Se trata de su declaración oficial ante el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadío y, obviamente, consta en el expediente. Le recuerdo que Uberti también reveló que el día que murió Néstor entró al departamento de Cristina en Juncal y Uruguay y encontró bolsos con 60 millones de dólares en el dormitorio.
La codicia sin límites, la enfermedad bulímica por el dinero ajeno, consagran al matrimonio Kirchner largamente como los políticos más corruptos de la historia argentina y algunos dicen que están en el podio de los mayores delincuentes del planeta. Y como si esto fuera poco, entre el chavismo y el kirchnerismo construyeron un puente de plata (en el más amplio sentido de la palabra plata) con Irán.
La prestigiosa revista brasileña “Veja”, en su momento, publicó una nota que respalda con testimonios muy importantes gran parte de la hipótesis del fiscal Alberto Nisman y de las relaciones carnales y de complicidad entre el Irán de Ahmadinejad, la Venezuela de Chávez y la Argentina de los Kirchner.
Un militar y ex ministro de Chávez exiliado en Miami, estuvo presente en la charla que mantuvieron el negador del holocausto de Teherán y el líder bolivariano hoy fallecido. Chávez le decía a todo que “si compañero”, como si se tratara de un subordinado. Y Mahmoud Ahmadinejad le pedía que convenciera a la Argentina para que le transmitieran tecnología nuclear imprescindible para culminar su plan y para que los Kirchner dejaran de perseguir a sus funcionarios mediantes las alertas rojas de Interpol. En una parte brutal del diálogo, el iraní le dice al venezolano: “No te preocupes por los costos de esa operación. Disponemos de todo el dinero necesario para convencer a los argentinos”. El comandante Chávez respondió que el se encargaría personalmente de las gestiones, cuando su compañero le dijo: “Es una cuestión de vida o muerte”.
En esa época los vuelos entre Caracas y Teherán eran frecuentes. Se los llamaba “aeroterror” y cambiaban cocaína para Hezbollah por el traslado de terroristas con pasaporte venezolano. Dicen que hasta el mismísimo Moshen Rabbani acusado de ser el jefe del atentado a la AMIA utilizó esa documentación falsa. Un gesto de hermandad antiimperialista. El mismo Rabbani que aparece hablando con Yussuf Khalil en las escuchas y que envía dinero a la Argentina, según él mismo reconoció.
Fue tan importante la sociedad delictiva entre el chavismo y los Kirchner que enviaron de embajadora, para reemplazar a Sadous, a la mismísima Nilda Garré quien fue ministra de Defensa y hoy preside esa comisión en diputados.
La historia nefasta de los Kirchner en su paso por el poder en la Argentina tiene un capítulo especial por lo fabulador ideológicamente con el comandante Hugo Chávez Frías. Imágenes del Che Guevara, de Fidel Castro, de Hebe de Bonafini en las banderas, “al carajo con el ALCA”, en Mar del Plata con Maradona de ladero y finalmente se confirmó que todas esas consignas izquierdistas y emancipadoras quedaron sepultadas por la cara de George Washington en los billetes de las coimas y el enriquecimiento ilícito. Algunos dicen que billetera mata galán. En este caso bóveda mata a revolucionario.
San Martín y Bolívar próceres de la Patria Grande seguramente se están revolviendo en la tumba por la tragedia y la farsa que quisieron instalar, el Gordo Valor Chávez y la Garza Sosa Néstor, los estafadores de la Plata Grande.

Uberti reveló cómo Néstor Kirchner y Hugo Chávez se robaron 50 millones de dólares

El ex titular del OCCOVI denunció ante el juez Bonadio como los ex presidentes de Argentina y Venezuela se dividieron US$ 25 millones vía aérea que escondieron en valijas.

En una larga exposición ante el juez Claudio Bonadio, el ex titular del OCCOVI Claudio Uberti, reveló la trama que envolvió al ex presidente Néstor Kirchner y a su par de Venezuela, Hugo Chávez, para quedarse con 50 millones de dólares a partir de una maniobra ilegal.
El ex funcionario fue un ladero del ex Jefe de Estado Nacional y por ello conoce el lado obscuro del ex marido de Cristina Fernández, quien entre 2005 y 2006 le pidió dinero al bolivariano.
En aquel entonces Venezuela subscribió a la compra de bonos argentinos por 312,4 millones de dólares, cuando Chávez compró los denominados Boden 2012 durante varios años y sumó de ese bono poco más de 1800 millones.
Kirchner buscaba, a partir de esas colocaciones, reestablecer el nivel de las reservas internacionales que habían caído en 9530 millones de dólares luego del pago anticipado al FMI. Sin embargo, la operación no era de carácter solidario como quisieron hacerla aparecer sino todo lo contrario. Venezuela no se quedaban con los bonos, sino que los liquidaba en el mercado internacional.
Los bonos argentinos se cobraban en dólares frescos y luego eran vendidos en el mercado paralelo, que pagaba un valor muy por encima al del dólar oficial. La brecha entre los dos valores se cobraba en bolívares y luego se volvían a comprar dólares en el mercado oficial, obviamente a precios muy inferiores.
En su declaración ampliada como arrepentido, Uberti aseguró que solamente había una suscripción de 500 millones de dólares que generó una diferencia de 100 millones. No obstante no todo terminaba allí, sino que de la venta en el mercado paralelo, había otro mecanismo que resultaba clave para los venezolanos: la compra de los Boden 2012y luego los colocaban entre bancos de su país para obtener una renta financiera.
Los bancos revendían los Boden 2012 con una sobre carga del 20 y 25% al valor de compra. Los inversores venezolanos que compraban los títulos argentinos pagaban ese es el sobreprecio para eludir los controles de cambios impuestos por Chávez. Los financistas, en tanto, les vendían los bonos a inversores del extranjero y el circuito terminaba cuando a los fondos internacionales les acreditaban los dólares por la compra de los bonos a los venezolanos en cuentas de bancos internacionales.
El ex titular del OCCOVI reveló que Kirchner puso como condición que el pago se realizara en efectivo y en la Argentina. Fue justamente el ex funcionario quien una noche tuvo que ir a buscar el dinero en Aeroparque y lo recogió en tres valijas que llegaban provenientes de un jet privado. En total eran 11 millones de dólares, pero aún restaba una deuda de 14 millones.
En abril de 2007, el ex presidente, junto a varios mandatarios viajaron a la isla Margarita, en Venezuela, para participar de la cumbre energética sudamericana. Sin embargo el motivo del viaje para el ex Jefe de Estado era cobrar la diferencia. A través del embajador en aquel país intentó encarar la negociación pero no hubo una respuesta positiva ya que los locales se opusieron a realizar una operatoria de semejante magnitud en una cumbre llena de presidentes y sus colaboradores.
Uberti no pudo concederle el pedido a su jefe. Y Kirchner, impasible, lo requirió en pleno vuelo de regreso. Entonces, salió el mismo sentimiento de despecho: el exfuncionario detalló cómo fue el maltrato de su jefe. “Vos laburás para el chavismo, no para nosotros“, le dijo Kirchner al funcionario, que, según lo que se supo, no ha terminado aún de contar su verdad.

José López afirmó que los dólares del convento eran de Cristina Kirchner

“El dinero es de la política”, había asegurado José López cuando fue detenido en 2016. En su última declaración ante el juez Bonadio, el hombre que es considerado un testigo protegido confesó que los nueve millones de dólares pertenecían a la expresidenta.

El exsecretario de Obras Públicas, José Francisco López, declaró ante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli que los dólares que tiró en el convento de General Rodríguez eran de Cristina Kirchner, la expresidenta de la nación.
Según habría indicado José López, el dinero se lo habría dado el exsecretario privado de la actual senadora, Fabián Gutiérrez, quien también enfrentó un juicio por enriquecimiento ilícito por haber aumentado su patrimonio en más del 700 por ciento. El diario La Nación asegura que en su última declaración, López aseguró que Gutiérrez lo citó en el Hotel City, en la calle Bolívar, y le dijo que había “que mover plata” junto con las joyas (relojes Rolex, gemelos, collares, anillos, aros y pulseras).
López explicó que en ese momento recordó el convento de monjas donde tantas veces se habían realizado donaciones de los exfuncionarios kirchneristas, por lo que decidió dejarlos en dicho lugar.
El exsecretario de Obras Públicas aseguró que tiene miedo ante su situación, y luego de declarar ante el juez de la causa pidió ser un imputado protegido por la Justicia por lo que su paradero actual es un secreto absoluto.
Al hacer memoria sobre el momento en el cual Cristina Kirchner se hizo cargo del sistema elaborado por su fallecido marido Néstor Kirchner, López les contó a Bonadio y a Stornelli que la expresidenta lo convocó a su despacho, donde le mostró el cuaderno de Néstor Kirchner donde se detallaban los recaudadores, por lo que López le explicó cómo era el sistema, cuánto se cobraba por cada obra pública, quiénes eran los empresarios beneficiarios del sistema y cómo se realizaban las recaudaciones.

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