El Gobierno paga las consecuencias de no haber dicho la verdad

  OPINIÓN  
“Cambiemos quiso que su llegada al poder fuera una especie de revolución del optimismo, y eso mismo le impidió dar malas noticias. El Gobierno actuó bajo la suposición de que, si se sinceraba completamente, la gente no iba a poder tolerar la realidad. En cambio, dijeron que en seis meses todo estaría resuelto, y hasta ahora, 38 meses después, están pagando las consecuencias de esa decisión”. [Perfil | Eduardo Reina]

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