Alasino, durísimo: “El sector político provincial se está comportando como la vieja oligarquía sin renunciar a sus privilegios”

“Nuestro gobernador tiene poco o casi nada capacidad de reacción, y menos imaginación”, expresó y propuso rebajas de impuestos y ayudar a los sectores de la economía más damnificados y para las PYMES.
El ex legislador nacional expresó su opinión acerca de la situación actual y sugirió propuestas para el gobierno provincial:
“Estoy cumpliendo con las instrucciones de guardar la cuarentena, con mis hijas, y una señora que vive hace muchos años con nosotros. El resto de los trabajadores también está en su casa y me encargo de llevarle su plata (desafiando la cuarentena, pero siguiendo las medidas de seguridad).
“El Gobierno nacional creo ha sido oportuno en dictar estas medidas preventivas, de aislamiento social. De todos modos, percibo que debe empezar a pensar en otras medidas porque llevamos más de doce días, y desde el primer caso, que fue el 3 de marzo, llevamos más tiempo y en la perspectiva de hacerlo por otro plazo igual”.
“El gobierno nacional piensa el ‘aislamiento preventivo social obligatorio’ desde el mapa electoral. Y el mapa electoral, tiene su epicentro en la ciudad de Buenos Aires y en el Conurbano Bonaerense. Allí centralizan todo: hospitales, el ejército en función de la comunidad, el resto del personal militarizado y policial, la desinfección en la entrada de los bancos, en los barrios o ciudades como Quilmes, el cerramiento de las ciudades, de los partidos, etc.”.
“En el resto del país, el gobierno nacional está ausente. Las provincias están libradas a su suerte o a sus gobiernos, como el nuestro con poco o casi nada capacidad de reacción, y menos de imaginación del gobernante de turno. En fin, allí donde se junta la mayor cantidad de votos, este gobierno nacional presta más atención”.
“Ahora deberían pensar de otra forma”.
“Con las medidas económicas, es cierto que la atención se ha encaminado al personal más vulnerable; pero se ha excluido a trabajadores que están muy cerca de serlo o los “corren” más hacia la vulnerabilidad”.
“El gobierno decretó una seria de medida de ayuda económica solidaria. Pero está todo encaminado al trabajador informal. O sea, al que está en negro”.
“Algunas cosas desconoce. La mayoría de estos compañeros, los que hacen changas, tienen en cabeza de él o de sus parejas la AUH, o alguna otra ayuda a través de planes de distinto tipo”.
“Hoy la changa, seguro lo sabe (no sé si el gobernador o los ministros), se paga entre $.800 y $1000 pesos por día. De manera que esa familia está cubierta bastante bien, porque lo que saca por la “changa” se lo proveyó bien el Estado. Eso es muy bueno. Pero la pregunta es qué pasa con los otros”.
“¿Qué pasa con los trabajadores formales, muchos cuentapropistas que trabajan solos (el herrero, el mecánico, el enfermero, el plomero, el carpintero, el electricista, el albañil, el jardinero, el trabajador domestico por horas que hace que se yo “mandados” el resto de la jornada, el comerciante minorista,  etc.) y cuentapropistas que tienen un ayudante, (en el negocio,  en el taller, en la obra, en la enfermería) que son la mayoría?. Estos están condenados a sobrevivir como puedan o a salir a hacer trabajitos, o suspender a su ayudante”.
“Y los trabajadores formales del servicio doméstico, los empleados del Estado “contratados” en comedores, los municipales con sueldo mínimo, o en empresas chicas con menos de seis empleados o diez. ¿Qué hacen? ¿Violan la cuarentena?
“El Estado está ausente. Y allí tiene su correlato con el patrón (empresario-no todos son Rocca) que no sabe cómo cumplir con ellos. ¿Los suspende? ¿Los despide? De ese modo se crea una nueva categoría de “vulnerables” que están condenados a empeorar su situación y volverse más frágiles”.
“Y esto agrava las situaciones de las PYMES, aun de más empleados. Empeora gravemente su situación”.
Sobre la rebaja de los sueldos a los funcionarios y legisladores:
“Eso de la rebaja de sueldos me hace pensar que es una medida de corte publicitario (por no ser más cruel). El sueldo, en realidad son “los sueldos”. Siempre se componen de básico (que en una remuneración de 100 son el 25% y el 75% restante, son gastos de representación, movilidad, extraordinarios, reservados, desarraigo, zona desfavorable, con motivo determinado, y por razón exclusiva etc). Seguramente la rebaja es en el básico, de manera que la rebaja es del 12,5% del total. Dios quiera y me equivoque, si se sincerara, podríamos creer y felicitar. Hasta que no se haga, no se puede creer”.
“Los gobernadores no tienen capacidad de reacción. Están condenados por un gobierno porteño de amigos (en eso se parece al entrerriano) que mira el mapa electoral, y que no puede levantar la voz porque su incapacidad o imprevisibilidad los llevó a una dependencia absoluta. Son Gerentes de un negocio que vacila, que flaquea, que se tambalea”.
“Lo de la provincia es patético. Toda esa cantidad de nombramiento de funcionarios y lo que es peor ‘promoviendo traslados’, incumpliendo al mandado de la gente de ‘retirar’ a los electos en cargos políticos nacionales y traerlos a la provincia burlándose de los entrerrianos o al menos de los ciudadanos que les confiaron un mandato”.
“Igual que el presidente, Bordet debería empezar a pensar en créditos muy blandos y empezar por los impuestos que están dentro de su órbita, igual que el presidente, convocando a las Cámaras para cumplir con la constitución”.
“Inmediatamente en Entre Ríos, debería reducir el casi 22 o 23% que encarece la luz, o el 12 al 15 % de impuestos que encarece el gas, porque esas empresas, como la tarjeta de crédito, siguen intimando el pago bajo apercibimiento de cortar el servicio”.
“Deberá proveer el natural ‘parate’ que se viene agravado por la situación de recesión de hace unos años. Recuperar el consumo conlleva un tiempo más y a las PYMES, no hay que darles más espalda”.
“Otra medida que podría aplicarse, es la disminución o eliminación total por tiempo determinado de los ingresos brutos, o el Inmobiliario rural o urbano y de las tasas. Esto debería aplicarse al menos a los cuentapropistas y a las empresas menores. Y a las más grandes, una quita o espera sin cobrar multas y recargos. Que vuelquen los recursos a poner en movimiento su negocio y que el Estado controle la dirección de esa ayuda”.
“Que la provincia pida ayuda a las corporaciones sindicales y empresariales para que mediante inspectores y cuando acabe esto se cumpla con ese cometido. No hay que olvidarse que el consumo tiene sobre la economía un efecto “acelerador”, pero la “inversión” multiplicador. Eso lo aprendimos los Peronistas en la década del 50”.
“Nuestro gobierno nunca armó un plan o un proyecto que pudiera corregirse a sí mismo en situaciones esperadas o inesperadas. Tal vez sea tarde para este Gobierno que tal vez ha sido el más mediocre y flojo de todos y el que se forjó una imagen que ahora nos hace dudar de ella, tal vez no, y esté a tiempo. Ojalá pueda reaccionar y pensar en grande y dejar de lado la pusilanimidad”.
“Más aún, el sector político no existió, se comportó como la vieja oligarquía-burgesía argentina y debería acompañar el gobernador a salir de esto y a pensar cómo se sale, renunciando a algún privilegio y a que recupere su credibilidad”.
“Por ahora hay que seguir cumpliendo con la cuarentena y proponer si tiene que nombrar funcionarios o colaborares que llame a los que conocen por experiencia o por conocimiento específico”.
“Allí regiría la entrega y la solidaridad y no a la consanguineidad o amistad, como parece ser ahora”.
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La engañosa maniobra del Gobernador con la reducción de los sueldos de los funcionarios

El descreimiento ciudadano con el hombre que duplicó el gasto político, con creaciones de cargos y designaciones a mansalva y que les aumentó en un 50% el sueldo, es manifiesto.
Tras varios días de fuertes presiones con gobernadores que establecían medidas respecto de los sueldos de los funcionarios, finalmente este viernes el mandatario entrerriano se quedó sin margen y tuvo que salir obligado a sumarse a las iniciativas, comunicando la reducción en un 50% para “las autoridades superiores y personal superior fuera del escalafón y de todos los funcionarios cuyos salarios no se encuentren establecidos en una norma de superior jerarquía”.
Lo esperado socialmente era otra cosa: el clamor popular dirigido a la máxima autoridad de la Provincia era – es- que todos los funcionarios que no se correspondan con las áreas de salud, seguridad, servicio penitenciario y políticas alimentarias, no perciban sus sueldos.
Las exigencias compendían la marcha atrás de todos aquellos cargos nuevos creados a partir del 11/12/2019 por parte del Ejecutivo Provincial, con sus consecuentes  designaciones.
El correlato de la exigencia social no es otro que el achique a mas no poder del gasto político para que se lo destine exclusivamente a la emergencia sanitaria (salud, seguridad y alimentos)
El decreto de Bordet no hizo más que develar la mojigatería del Gobierno provincial.
A estas alturas, del análisis institucional de los datos reales –aunque incompletos por la falta de transparencia del Gobierno-, surge que el mandatario pasará a la historia de la provincia – entre otros puntos-  por ser quien incrementó de sobremanera la nómina de funcionarios provinciales.
Le guste a quien le guste, Bordet tiene consigo el récord guinness en la creación de cargos y designaciones.
Desde que asumió a la fecha, el mandatario, muchas veces persuadido por los ministros y secretarios de estado, duplicó la cantidad e funcionarios políticos de su antecesor, y miré el lector que Sergio Urribarri nombraba gente periódicamente, pero como la actual gestión, ninguno.
Se viene dando una constante, Urribarri, duplicó a Busti, y Bordet hizo lo propio en para su gobierno.
Busti terminó su mandato con aproximadamente 300 funcionarios, llego Urribarri y la cifra culminó en cerca de 600, hoy, la misma trepa a los 1000.
A la fecha, aunque los datos deben leerse como mínimos ya que el Gobierno oculta gran parte de designaciones,  existen en el Ejecutivo Provincial y en sus reparticiones, como también en organismos autárquicos y empresas del Estado, más de 1000 funcionarios desde que asumió Bordet.
Llegó al poder con la proclama de austeridad, tuvo un gesto ni bien asumió, reduciendo los ministerios de 10 que tenía Urribarri a 5, sin embargo, dentro de las carteras comenzaron a verse constantes nombramientos.
En honor a la verdad, a los inicios, y durante los primeros dos años, lógicamente porque había que ordenar el desbarajuste existente de las cuentas públicas, se limitó.
Transcurrido este tiempo, cuando comenzaba a perfilarse el orden esperado, los nombramientos fueron a mansalva.
Llegó el término de su primera gestión y Bordet terminaba con –de mínimo- 800 nuevos funcionarios, representando todos ellos el pago de compromisos políticos asumidos durante su gestión.
Al comenzar la primera había que pagar la contraprestación de una campaña policía que le permitió su reelección.
En estos cuatro meses desde su reasunción, la creación de cargos y designaciones son diarias, y ni la pandemia ha impedido el desenfreno del Gobierno provincial con los decretos de nombramiento.
Lo primero fue crear un ministerio, el de producción, había que pagarle a Juan José Bahillo las levantadas de mano en el Congreso Nacional a las leyes de ajuste de Mauricio Macri.
Esta nueva cartera fue la excusa para seguir nombrando funcionarios políticos, pagar compromisos políticos.
Este Portal allá por mediados de enero contabilizó los cargos y los nombres de la orgánica del novel ministerio, los funcionarios políticos superaran ampliamente la centena.
El ministerio de gobierno, justicia y seguridad que conduce Rosario Romero, fue otro de los beneficiados para esta segunda gestión con nuevas áreas, las cuales no queda solamente en la designación de un titular para la misma, sino que con la palabra “coordinación” durante estos meses vienen justificando una sideral cantidad de cargos nuevos.
Oficializados, desde el 10 de diciembre a la fecha, la cartera de Romero está llegando a una treintena de designaciones nuevas, cifra que se incrementa si se tienen en cuenta los decretos que aún no han aparecido.
En este punto vale la aclaración de que desde finales de diciembre el Gobierno, mostrando una falta total de transparencia, decidió no publicar más la nómina de autoridades de la Provincia.
Nomina que igualmente le cabe el calificativo de “mentirosa”, ya que de la misma no se extraían una infinidad de coordinaciones, subsecretarias, dirección y subdirecciones.
Un ejemplo de esta falacia también se da en la Administradora Tributaria de Entre Reos (ATER), donde existen solo 8 direcciones publicadas como parte de su estructura institucional, aunque son 14, y encima existen más de una decena de subdirecciones que incluso los empleados del organismo manifiestan desconocer.
Estructura que por cierto continúa incrementándose, recientemente este Portal se hizo eco de dicha realidad.
Volviendo al reciente decreto de Bordet, el sideral aumento de cargos o puestos políticos no es la única contradicción con la reducción de sueldos dispuestas por el gobernador.
Bordet no solo aumento la nómina de autoridades en plena crisis económica y la siguió incrementando en plena pandemia, sino que asimismo los sueldos de estos funcionarios crecieron exponencialmente.
En noviembre del 2019, como integrante del presupuesto, el mandatario provincial decidió que los ya considerables salarios y demás privilegios pecuniarios que le otorga la función no eran suficientes, incrementando en un 50% los sueldos de los mismos –incluido claro está el propio-.
La ecuación hoy es simple, si Bordet subió en un 50% los sueldos de todos los funcionarios, y ahora ese 50% se los va a retener solo por este mes, entonces el anuncio y contenido del decreto no es tal.
Bordet no redujo ningún sueldo, solo por abril, no aplicará el aumento antes dado, y esto, ni siquiera es un “gesto”.
La ciudadanía no esperaba un gesto, sino ni más ni menos que la aplicación de las leyes que se le aplican a todos, si un trabajador privado no trabaja no cobra, y si un empleado público no lo hace se le descuenta el día.
Estamos hablando de funcionarios políticos que, con motivo de la pandemia, el asueto y la emergencia, solo concurrieron a su lugar de trabajo una sola semana del mes.
El mandatario debió aplicar la legalidad, esto es, que no perciban más que por los días trabajados.
Aunque lo esperado socialmente del Gobierno provincial iba mas allá, comprendía en definitiva la marcha atrás con todos y cada uno de los cargos creados y sus las designaciones desde diciembre, salvo que se traten de nombramientos en salud, seguridad o el área de políticas alimentarias.
Estas son las críticas instaladas que vienen reproduciéndose respecto del Gobierno, primero con la crisis económica, y ahora más notorias con la pandemia.
Sin embargo, a pesar de las mismas, Bordet se sigue haciendo el desentendido.
Por otro lado, y esto es un comentario generalizado de los empleados de carrera del Estado, habría que ver si la reducción de los sueldos, no es compensada por el propio Gobierno de alguna manera.
Es vox populi en la Provincia, que bajo la denominación “honorarios”, “primas”, “gastos de representación”, “gastos reservados”, “movilidad”, “gratificaciones” “desarraigo”, “beneficio de compensación por residencia”, “viáticos”, etc., etc., los funcionarios reciben sumas que abultan sus ingresos mensuales.
Un ejemplo concreto es una lista extensa de funcionarios públicos que con estas excusas, cobran 2, 3 y hasta 4 sueldos estatales.
La pregunta es obligada: Para los funcionarios comprendidos en esta ventajosa realidad, ¿se les reducirán a la mitad todos sus ingresos o solo el oficial?
Un decreto que, asimismo, “invita” a los legisladores provinciales a sumarse, requiriendo este punto especial atención del lector.
Los diputados y senadores entrerrianos son sin dudas el paradigma del ocio y holgazanería ya que, salvo dos o tres reuniones, desde que asumieron, lisa y llanamente, no trabajan.
Desde diciembre del 2019 a la fecha pasaron 4 meses, en cada uno de estos meses los 34 diputados percibieron cada uno 320 mil pesos (nominal) de sueldos.
El cálculo: $320.000 x 34=$10.880.000 x 4 –meses-=$43.520.000.
Casi 45 millones de pesos por no trabajar.
La suma se abulta enormemente si le sumamos el dinero con el que dispone cada uno de los diputados para contrataciones.
Aquí hay que advertir que, a contrario de los sueldos, este ingreso depende de la cercanía, afinidad y obsecuencia del diputado o diputada con el Gobierno provincial.
Las cifras van desde los 400 mil pesos mensuales, pasando por los 440 mil pesos mensuales, 800 mil pesos mensuales y aún más para un círculo muy íntimo.
Haciendo estimaciones generales, cada diputado provincial le cuesta a los entrerrianos una cifra cercana al millón de pesos por mes entre el sueldo y las contrataciones.
Nuevamente el cálculo: $1.000.000 x34= $34.000.000x 4-meses-=136.000.000.
La percepción de los sueldos de los legisladores que no cumplen ni han cumplido ningúna función en estos meses, resulta repugnante, inmoral y rayana a la ilegalidad, pero no es exclusiva, tampoco deberían estar percibiendo los ingresos de las “contrataciones”.
Si el legislador no ha ido a trabajar, tampoco sus contratados, mas allá de que la gran mayoría de esos contratos es sabido que solo sirven para justificar compromisos de los legisladores y que no tienen ninguna función más que enviar la factura mensual y cobrar.
La medida esperada de la legislatura respecto de sus contratados es que los den de baja, al menos hasta que se reanude la actividad.
En todos los casos se trata de monotributistas que podrán percibir los 10 mil pesos que dispuso el Gobierno para a la generalidad.
Si un ciudadano normal deberá sobrevivir con esta cifra, también deberían hacerlo estos contratados.
¿O será que cobraran su contrato y a su vez se inscribirán para también cobrar los 10 mil de ANSES?, por la nula transparencia que existe en la Provincia seguramente nunca lo sabremos.
A dichas apreciaciones hay que sumarle lo que trascendió en la noche de este viernes luego de la publicación del decreto de Bordet.
Supo este medio que la medida del gobernador provocó el gran a malestar en los legisladores provinciales, su gran mayoría no está dispuesta a ceder ni siquiera la mitad de un sueldo que perciben sin hace nada, aunque lo harán para no quedar expuestos políticamente.
Un decreto el de Bordet también cuestionado por su falta de poder decisorio.
Si es el mandatario quien designa, remueve y despide a los titulares  de los organismos autárquicos y empresas o sociedades del estado, bien pudo disponer la reducción en el propio decreto.
No hay que olvidarse que para la Justicia, los integrantes de la cúpula de las sociedades del estado y organismos también son funcionarios públicos, valga aquí de ejemplo la condena de Juan José Canosa.
Por último, aunque no menos importante, y que abona al descreimiento de la medida dispuesta por el mandatario es su mentado “fondo extraordinario para hacer frente a la emergencia sanitaria establecida en el decreto 361”
Un fondo que llamativamente manejará el ministerio de economía y no el ministerio de salud.
La contradicción es manifiesta, el decreto de emergencia sanitaria pone en cabeza, lógicamente, del Ministerio de Salud todas las directivas, medidas, contrataciones y demás que implique enfrentar la pandemia.
Sin embargo para Bordet, es economía quien dispondrá el destino específico del dinero conformado por los descuentos de haberes de sus funcionarios públicos y los que se adhieran.
Parece que para el Gobierno está más preocupado por el manejo de la caja que el coronavirus, el problema parece ser la caja y no la pandemia.
Desde ya, es estimable que esta disposición, que pone en cabeza de un ministerio que nada tiene que ver con enfrentar una pandemia, traerá aparejada graves consecuencias y cortocircuitos.
Una medida, la de Bordet que, llamativamente, tampoco incluye a aquellos jubilados que cobran más incluso que los activos, aquellos ex legisladores o ex funcionarios o ex magistrados con beneficios previsionales de hasta 700 mil pesos, legisladores, siendo estos, por su edad, quienes tienen mayor riesgo de ocupar los escasos recursos sanitarios si el virus los encuentra.
Tampoco están comprendidos los ex gobernadores y ex vicegobernadores que perciben la afamada “pensión vitalicia”.
Un decreto, el de Bordet, que hace agua por todos lados, que parece estar más abocado a contentar a “la gilada” que realmente a enfrentar esta gravísima y alarmante pandemia.
Es indudable que el Gobierno Provincial sigue subestimando a la sociedad entrerriana con maniobras engañosas que en nada se condicen con las urgencias demandas.
La situación sanitaria en la Provincia es más que grave, sin embargo las autoridades parecen aun no entenderlo, una hipócrita medida decidida por presiones y para quedar bien, no colma en nada las exigencias de los entrerrianos.
La gente reclama que se dé marcha atrás a todas –excepto en salud, seguridad y políticas alimentarias- las designaciones desde la reasunción, no solo porque ninguna es esencial, sino porque es manifiesto que a la emergencia le urge la disposición de dichos fondos.
La realidad en nuestros hospitales públicos, donde ni siquiera hay barbijos, así lo demanda.


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Vergonzoso: La legislatura entrerriana aportará migajas de su presupuesto al Fondo Solidario

El Senado cederá apenas un millón y medio de pesos de los más de 40 millones de Presupuesto mensual, mientras que en el caso de Diputados serán unos 4 millones, el 10% de su presupuesto. Lo del 50% es un anuncio engañoso.
La crisis sanitaria por el coronavirus desnudó las gravísimas falencias del sistema de salud provincial, que presenta una preocupante falta de insumos, aparatología, infraestructura y personal para hacer frente a la pandemia.
Tanto es así que los profesionales de salud tuvieron que comprarse de sus propios bolsillos algunos de los elementos de protección básicos, como barbijos, alcohol en gel y guantes para intentar mitigar el riesgo de contagio.
La pandemia puso de manifiesto que, a la hora de repartir el presupuesto provincial, las prioridades están alteradas.
El gobierno entrerriano gasta millones y millones de pesos en sueldos, viáticos y demás gastos de funcionarios, diputados, senadores, ministros, directores, secretarios, asesores, vocales que hoy están muy lejos de la primera línea de batalla contra este virus.
El sistema de Salud, en tanto, empezando por los sueldos del personal, pasando por el mantenimiento de la infraestructura y terminando por la compra de nuevos insumos, es un papelón.
A raíz de eso, desde que se decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio, los ciudadanos de la provincia vienen reclamando al gobernador Gustavo Bordet, a los ministros y demás autoridades, medidas para afrontar la crisis sanitaria actual, y la crisis económica subsiguiente.
Atento a los enardecidos reclamos, el mandatario provincial hizo un engañoso anuncio de rebaja del 50% de su propio sueldo y el de los funcionarios políticos de Entre Ríos, aunque será solo por abril y a pesar de que apenas unos meses atrás habían tenido un aumento de ese mismo porcentaje.
Sin embargo, siguiendo con el discurso para la tribuna, el gobernador instó a los demás poderes de la provincia a tomar una medida similar para aportar al fondo económico solidario creado a raíz de la pandemia.
Rápidamente, Ángel Giano salió en los medios de comunicación a anunciar con bombos y platillos que la Cámara de Diputados que él preside adherirá a la medida. Lo propio hizo la presidenta del Senado, Laura Stratta, quien firmó junto a Giano un decreto, luego de que la decisión fuera consensuada con los bloques.
Así, los diputados, que desde el comienzo de esta gestión hasta el momento no tuvieron ni una sola sesión ordinaria, y los senadores, que apenas tuvieron una en los últimos tres meses, también serán “solidarios” para poder constituir un fondo que será destinado a la asistencia sanitaria.
Según el decreto, los legisladores entrerrianos cederán el 50% de sus sueldos para afrontar la pandemia, pero lo que no dice el escrito es que se trata de una suma ínfima dentro del presupuesto de que disponen ambas cámaras.
La Cámara de Diputados le cuesta a la provincia alrededor de 40 millones de pesos mensuales, según confirmó uno de sus integrantes a este Portal, .
De ese monto, apenas unos cuatro millones irán a parar al Fondo Solidario creado a partir de la pandemia. Es decir, un 10% del presupuesto mensual de la Cámara Baja, a pesar de que está prácticamente parada desde diciembre.
Similar es lo que ocurre con el Senado, cuyo presupuesto mensual es similar al de Diputados y se desprenderá de apenas un millón y medio de pesos, un 3% del total, que saldrán de los salarios de los 17 legisladores que apenas sesionaron una vez en tres meses.
Aunque se trata de un aporte ínfimo en medio de la pandemia, y que se hace para acallar los reclamos de los entrerrianos, los presidentes de ambas Cámaras hicieron anuncios rutilantes.
En tanto, los trabajadores y comerciantes entrerrianos recibieron en sus casas por estos días las boletas de Enersa, Redengas y demás servicios, que deberán abonar en tiempo y forma aunque sus ingresos se hayan visto reducidos por el aislamiento obligatorio, ya que el gobernador Bordet aún no adhirió a la medida nacional de suspender los cortes de servicios por falta de pago y tampoco ha dado indicios de que vaya a hacerlo a la brevedad.
También vencen dentro de pocos días los impuestos provinciales, que registraron en febrero incrementos que en algunos casos llegaron al 70%. Los contribuyentes entrerrianos deberán cumplir con ellos porque el gobierno provincial no ha hecho ningún gesto para descomprimir la situación en ese sentido.
Los entrerrianos de a pie saldrán de esta pandemia mucho más empobrecidos de lo que entraron pero el gobernador, los legisladores, ministros, funcionarios, asesores, coordinadores, directores, y todos aquellos que se aseguraron para sí mismos y sus familias vidas de lujo y jubilaciones de privilegio a costas del Estado provincial y de la pobreza ajena, anuncian la rebaja de sus exorbitantes salarios como un acto de patriotismo y solidaridad sin igual.
En este momento, en todos los rincones de la provincia, hay miles y miles de entrerrianos que a raíz de la pandemia no tienen medios de subsistencia y que se preguntan cómo harán este mes para pagar los impuestos y los servicios, en el caso de los más afortunados, o cómo harán para llevar un plato de comida a su mesa o con qué comprarán la leche y los pañales para sus hijos, entre los más golpeados.
Del otro lado, desde sus casas de lujo, gozando de las vacaciones obligatorias que el asueto les otorgó, las autoridades de la provincia hablan de solidaridad.
Muchísimo antes de que la palabra coronavirus empezara a ser pronunciada, la provincia de Entre Ríos ya iba en camino a esta crisis que hoy se vive.
La falta de camas, de insumos, de personal en centros de salud y hospitales, es apenas una pequeña revelación de que el sistema de salud es una de las tantas áreas que la administración provincial decidió dejar de lado para privilegiar a los amigos del poder.
Lo padecen desde siempre los profesionales de salud que deben desempeñar sus labores en una precariedad de insumos e infraestructura absoluta y que hoy sacan de sus bolsillos recursos para comprar lo necesario para minimizar el riesgo de contagio.
Lo ven hoy los entrerrianos que temen que no les toque un caso grave de COVID 19 para no morirse en un pasillo sucio y derruido de un hospital entrerriano por no tener disponible un respirador.
Hoy, hay quienes se rasgan las vestiduras porque durante un mísero mes de una crisis de la que costará años salir percibirán solo 200 o 150 mil pesos de sus sueldos.
Eso no es solidaridad, es hipocresía.

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