"En Argentina desde hace muchos años padecemos otro virus, tanto o más grave, que es el virus de la corrupción"

"En Argentina desde hace muchos años padecemos otro virus, tanto o más grave, que es el virus de la corrupción", dijo el cura Gustavo Horisberger en la misa por el patrono de Entre Ríos San Miguel.

La Iglesia celebró este miércoles a San Miguel Arcángel, patrono de Entre Ríos, y lo hizo con una celebración religiosa en el templo que se levanta en la esquina de Buenos Aires y Carlos Gardel.

Allí, el párroco Gustavo Horisberger pronunció una homilía de inusual tono crítico, y condenó con severidad la corrupción.

«Conmemoramos a San Miguel en un momento particular, en que estamos sufriendo el flagelo de la pandemia del coronavirus, que pasa entre nosotros dejando su huella de dolor y muerte entre otras consecuencias, algunos han perdido a sus familiares y otros han padecido la enfermedad. Pero en Argentina desde hace muchos años padecemos otro virus, tanto o más grave, que es el virus de la corrupción que ha matado y sigue matando de manera silenciosa y a veces no tanto. La corrupción hace llamar bien al mal y mal al bien. Nuestro drama como argentino es que no hay disposición para luchar contra este virus y para ello debe haber una constante reacción personal a no tranzar con la mentira, no pactar con el mal y no aceptar los escándalos de los cuales Jesús ha hablado en los Evangelios”, dijo el sacerdote, según la crónica de elonceTV.

“También debe haber una decidida voluntad social de oponerse a esta corrupción. Se debe reconocer la presencia de este mal y no permitir que la conciencia ante él se adormezca, se anestesie, lo naturalice. No se debe tolerar de ningún modo, no se debe buscar sacar ventaja de esta corrupción, se debe atender por el contrario a forjar un clima común que anime a vivir en la verdad y practicar el bien, en las pequeñas cosas y en las importantes”, dijo  Horisberger.

Consultado Horisberger por Entre Ríos Ahora, minimizó el tono de sus palabras. «No fue gran cosa. Solo interpretar el sentido y la voz del pueblo a la luz del Evangelio. El pueblo no siempre puede expresarse y este tiempo lo ha vivido con intensidad. No quisiera generar malas interpretaciones o sesgadas».

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora