Más de la mitad de la población cree que las nuevas medidas del gobierno son con fines electoralistas

Covid: para seis de cada diez, las nuevas medidas buscan rédito electoral. Encuesta sobre las medidas de apertura tras la derrota en las PASO.

Más del 57% de los argentinos cree que los Fernández cambiaron su estrategia sanitaria por la derrota contundente del Frente de Todos en las elecciones. Según el sondeo de Management & Fit, el Presidente y Cristina salieron debilitados por igual. Y los cambios de Gabinete no lograrían revertir la imagen negativa que parte de la sociedad tiene del oficialismo.


El debate político que ante los medios apareció partido, frente a la opinión público generó menos dudas: 6 de cada 10 consultados en una nueva encuesta creen que las medidas de flexibilización contra el COVID que anunció el Gobierno el Día de la Primavera se impulsaron "para ganar las elecciones" del 14 de noviembre.


El dato surge del último sondeo de Management & Fit (M&F) al que accedió Clarín en exclusiva este fin de semana. Se trata de un relevamiento de 1.200 casos en el AMBA (Ciudad y Gran Buenos Aires), realizado 22 y 23 de septiembre, es decir, los dos días posteriores al anuncio.


En uno de los puntos centrales del estudio, la firma que dirige la analista Mariel Fornoni y que trabaja, entre otros, para los gobiernos de la Ciudad, Córdoba y Santa Fe, indagó: "Con relación a la flexibilización de muchas medidas de prevención de la pandemia decretadas esta semana, ¿usted cree que las mismas se deben principalmente a …?":


- El 57,5% dijo que la flexibilización fue "una medida para ganar las elecciones".


- Un 30,9% respondió que se basó en "un criterio sanitario y de baja de casos".


- Completaron "otra razón" con 5,2% y "no sabe" con 6,4%.


La reacción de la gente es en un punto previsible. El cambio de postura (en las acciones pero también en los discursos) de los funcionarios respecto a las restricciones necesarias para controlar el coronavirus en el país fue ostensible. ¿Qué pasó? Pasaron las PASO y una derrota durísima para el oficialismo.


El 30,9% que avala la argumentación del Gobierno -que la relajación es coincidente con la disminución de contagios- coincide con el núcleo que en las primarias siguió apoyando al Frente de Todos. A nivel nacional, el triunfo de Juntos por el Cambio fue, en números redondos, 40% a 30%.


Tras ese resultado, después de entrar en encendidas peleas por los runners, la presencialidad en los colegios y la vuelta de los argentinos que habían viajado al exterior, con retos públicos para la gente y amenazas de castigos, el debut del nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur, junto con la ministra de Salud Carla Vizzotti, tuvo como punto central la flexibilización de las restricciones. En un tono ameno.


Entre otras cosas, se adelantó que desde el 1° de octubre ya no será obligatorio el uso del barbijo al aire libre y se aumentará "el aforo al 100%" en actividades económicas, comerciales, recreativas y sociales en lugares cerrados, y al 50% en discotecas.


La encuesta de M&F también incluyó preguntas sobre las modificaciones en el Gabinete nacional y la pelea entre el Presidente y la vice. Allí se confirmó la mirada crítica de buena parte de la sociedad a esa interna feroz, y a la luz del día, mientras el país no logra salir de una doble crisis: la económica y la sanitaria.


"La semana siguiente a las elecciones se desató un conflicto público entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, usted cree que...", planteó el estudio:


- Para un 22,5%, "salió más debilitado Alberto Fernández".


- Para un 4,2%, "salió más debilitada Cristina Kirchner".


- Para un 43,2%,"ambos salieron debilitados por igual".


Según destaca el informe, cuando se suman las tres respuestas, se concluye que "7 de cada 10 encuestados cree que el enfrentamiento público entre Alberto y Cristina los debilitó al menos a alguno de los dos". Completó un 24,2% de "ninguno salió debilitado" y 6%" de "no sabe".


Respecto a la carta de la vice, que expuso como nadie la pelea, marcando su jefatura dentro del espacio y ubicando a Fernández en un rol secundario, el primer dato que ratifica el sondeo es que el tema lo conocen casi todos (95,1% sabe o leyó la carta). Y lo califican así:


- El 40,4% cree que Cristina "quiere desligarse de responsabilidad".


- El 31,3% (otra vez coincidente con el porcentaje del núcleo duro), que "está preocupada por el bienestar de los argentinos".


- El 20,2%, que "está enojada por la derrota electoral".


- Y el 8,2% eligió "otra respuesta". También dividida está la opinión sobre el impacto de los cambios de Gabinete. Para el 34,5%, "le harán peor al Gobierno"; para el 27,6%, "será todo igual"; para el 26,4%, "le harán mejor al Gobierno"; y el 11,4%, "no sabe".

En la encuesta se ve la mirada crítica de la sociedad sobre la feroz interna en el Gobierno.

El último jueves, Clarín había adelantado otro sondeo (en este caso a nivel nacional, de la consultora Trespuntozero) que alertaba sobre el presente complejo para el oficialismo: allí se advertía sobre una caída en la imagen del Presidente y la vicepresidenta, y una baja en la intención de voto de cara a los comicios del 14 de noviembre.


La encuesta de M&F también le pone números a este posible impacto sobre las urnas: un 15,3% de los encuestados estaría "dispuesto a cambiar su voto" por las medidas y cambios anunciados. 

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