Los ricos contagian más
Otra de Kreplak: los ricos contagian más. Dice que, como tienen plata, hacen más fiestas. En la práctica es al revés, retrucó Quirós.
Hay que ser rebuscado y decir rebuscado es decir poco, para afirmar que los ricos tienen la culpa del aumento de los casos de Covid. Fue lo que hizo el ministro de Salud de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, que se supone alguien que se guía más por la ciencia que por los prejuicios.
Y lo hizo el mismo día en que los contagios saltaron a niveles que no se daban en cuatro meses. Kreplak dijo: “Si dividimos a la población en niveles socioeconómicos, los más elevados tienen una diferencia seis veces superior en contagios con los niveles inferiores”. Seis veces es una enormidad, por si alguien no lo advirtió.
Se le ocurre “que tiene que ver con la cantidad de reuniones de fin de año que tiene cada sector”. También se le ocurre otra cosa: que los ricos hacen más fiestas “en lugares cerrados”. Por si alguien no lo advirtió: la culpa es de las reuniones de ricos, a fin de año y en lugares cerrados. ¿Cuándo empiezan las fiestas de fin de año para el ministro?
“En la práctica es al revés”, retrucó Fernán Quirós, que hace su mismo trabajo en la Ciudad. Quirós no suele meterse en polémicas como Kreplak. Después de explicar por qué Kreplak se equivoca, le tiró un centro para no dejarlo en off side. El coronavirus “mostró desde el primer día que corre más por la pobreza que por las personas con capacidad económica”. Y según Quirós, es porque “la mayoría de los contagios se dan de manera intrafamiliar: a mayor hacinamiento, mayor posibilidad de contagio”.
El impacto se sintió “muy fuerte en el sur de la Ciudad, sobre todo en los barrios más necesitados”. Pero para no tumbar a su colega de Provincia, interpretó: “Con el paso de las olas y dado que las personas más necesitadas se han enfermado mucho más, empiezan a contagiarse las personas que viven en otra condición”. Con el tono triunfalista de las filminas de Alberto Fernández y como si tuviera los mejores laureles para mostrar, Kreplak pronosticó que “probablemente podamos ser el país del mundo más protegido en vacunación”. Quirós bajó varios cambios: “Tendería a pensar que para el otoño... y probablemente con el avance de las vacunas, estaríamos en una situación más parecida a la de la gripe”.
Otro caso descolgado de estas horas: después de casi dos años sin clases, cualquiera imagina que en Educación manda recuperar aprendizajes y cerrar la brecha digital. Pero la número dos del ministerio en La Pampa ha puesto el mayor empeño en cambiar la forma de seleccionar a los abanderados, porque cree que “es discriminatorio” elegir a los mejores alumnos.
Como otros rituales escolares, los abanderados nacieron para fortalecer el sentido patriótico de los chicos. Llevar la bandera es el máximo honor reservado a los más estudiosos. Hay un tema de mérito y otro de nacionalismo: algo que se puede discutir sin quitarle la esencia de reconocer el valor del mérito. Y que recuerda otra frase de Fernández: “Lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito”. ¿Qué otra cosa nos hace evolucionar o crecer?
Si las notas no establecen medida del esfuerzo y del aprendizaje y discriminan ¿qué hacemos con el sistema de evaluación? ¿Lo tiramos a la basura para ser inclusivos? Nada se resuelve eliminando las notas y el mérito. Y hablando de méritos: sería bueno saber cuáles son los de la funcionaria pampeana, enredada en estos temas en medio de semejante crisis educativa. No vaya a ser que el problema, más que de los chicos, sea de ella misma.
Comentarios
Publicar un comentario