Al tarifazo ahora le dicen redistribución de subsidios

La primera medida concreta de Sergio Massa no fue anunciada por el ministro, sino por su esposa Malena Galmarini.
Malena Galmarini, presidente de AySA, mostró lo que pagan de agua en edificios de lujo para justificar el aumento de tarifas, al que llamó "redistribución de subsidios".


José Antonio Artusi

16 de agosto de 2022
En la provincia de Entre Ríos seguiremos pagando la energía eléctrica cerca del doble que en la ciudad de Buenos Aires…
Un disparate; inadmisible, lo que se puede revertir bajando el Valor Agregado de Distribución y la carga tributaria; y eso es competencia provincial.
Puede ser una imagen de texto que dice "Distribuidora Consumo [kWh/mes] EPESF Importe Básico [$/mes] SIN impuestos ago-22 $3.249 EDESA 300 Importe Básico [$/mes]SIN impuestos sep-22 $4.053 EPEC 300 300 ENERSA $3.624,23 $3.592,71 EDET 300 $4.490,00 EDEA 300 $3.213,00 $4.411,12 $4.134,00 EDESUR 300 $3.227,91 300 $2.119,00 $4.070,01 $1.467,00 $2.980,00 2.285,00"


16/08/2022 22:19  Clarín.com Opinión Actualizado al 16/08/2022 22:19

Finalmente llegó el momento en el que Massa no sólo anuncie medidas sino que tome medidas concretas: el tiempo lo corre y con el marketing, ya se ve, no alcanza.

Arranca la semana con ajuste fiscal: eso es centralmente el saque que le pegarán a las tarifas, especialmente las que pagan los sectores con ingresos medios y altos. El golpe va derecho a los subsidios energéticos, un desborde descontrolado de plata financiado con emisión.

Es un ajuste tardío y de apuro, después de dos años largos de tarifas congeladas. Y al que se lo presentó con imágenes de edificios de lujo, el Kavanagh y el Chateau Libertador, que estaban en el paquete subsidiado, con la pretensión de ponerle un barniz progre a una medida que siempre se negó a tomar el gobierno.

El marketing incluyó algo mucho más polémico: la jefa de AySA y esposa de Massa, Malena Galmarini, llamó a los aumentos, que no serán aumentos sino aumentazos de hasta el 170% o más, una “redistribución de subsidios”. Que se lo cuente a los que van a recibir el saque. Por donde se lo mire es un ajuste/tarifazo, imposible de ocultar con frases o con fotos. En fin, ni retórica progre ni retórica reaccionaria: sólo retórica.

Para el ministro Sergio Massa, llegó el momento de tomar medidas concretas tras los anuncios. Foto Reuters

Para el ministro Sergio Massa, llegó el momento de tomar medidas concretas tras los anuncios. Foto Reuters

Lo mismo intentó Tombolini, el nuevo secretario de Comercio. Hay que ser justos con él: asumir con la peor inflación mensual de los últimos 20 años no es fácil para nadie. Tampoco es un desafío para cualquiera, aunque el ex panelista de tevé no es un principiante: hace años Tombolini hizo campaña para jefe de Gobierno porteño mostrando precios en supermercados. Pero se fue a la banquina cuando dijo que la inflación es una cuestión de percepción y menos mal que no dijo que era una sensación.

Procuremos aclarar lo que se puede. Sensación es lo que nos informan los sentidos y percepción vendría a ser el resultado cuando procesamos esa información. Pero en la vida y los bolsillos, son la misma cosa. Y a veces dramáticamente. Tombolini, quiérase o no, superó a Aníbal Fernández, superado hace poco en eso de las sensaciones por la vocera Cerruti, que habló de sensación de estabilidad en el momento en que salía el fatídico índice del 7,4% de julio.

También la Cancillería viene superándose a sí misma. Por descuido, cualquiera podría confundir la bandera de Suiza con la de Dinamarca, que es tenida como la más antigua del mundo. Aunque hay apenas un par de banderas cuadradas y una de ellas es la suiza y la de la Cruz Roja es al revés. Se supone que eso no puede pasar en la Cancillería pero pasó, y nada menos que cuando el flamante embajador suizo llevó sus cartas credenciales. No lo podían haber hecho peor.

Habrá mucha bandera y vincha pero ni palco ni discursos en la marcha de este miércoles de la CGT, que se le fue de las manos a los dirigentes. Fue convocada hace un mes contra la inflación y como gesto de apoyo al muy devaluado Alberto Fernández. Pero ahora cambió y cada grupo le pondrá el título que quiera. A uno de la CGT se le ocurrió: Primero la Patria. Y ahí se le terminó la imaginación. En algo están de acuerdo: más plata a las obras sociales para gastos de tratamientos a personas con discapacidad y medicamentos de altísimo costo y el rechazo al aumento por suma fija, que dejaría en manos del Gobierno la política salarial y achataría las escalas de los convenios.

Matías Tombolini, el nuevo secretario de Comercio, consideró que la inflación es una cuestión de percepción. Mal trago. Foto Rolando Andrade Stracuzzi

Matías Tombolini, el nuevo secretario de Comercio, consideró que la inflación es una cuestión de percepción. Mal trago. Foto Rolando Andrade Stracuzzi

Los laberintos se suman y amontonan. Massa se metió al menos en dos de los que ya se le reclamaba que saliera lo antes posible, porque precios y dólar no están para postergaciones. Uno, el nombramiento de Rubinstein como segundo: vienen los auditores del Fondo y con esa gente hay que hablar de cosas técnicas y no de oído sino con la partitura adelante. Dicen que Cristina no le puso bolilla negra sino que Massa mismo lo complicó filtrando su nombre. Si está todo bien, ¿por qué no lo designa?

Le queda el apuro de arreglar con el campo. Se ha ido la mitad de agosto y apenas hubo poco más de una docena de operaciones con el bien fracasado dólar soja. Si el proceso se demora, se demorarán los dólares que Massa prometió conseguir.

Tal vez para relajar tensiones, en medio de tanto baile, Massa, señora y colega de Turismo Lammens inauguraron en el río Reconquista una guardería para 14 clubes que practican remo. Asistió el intendente Juan Andreotti, de San Fernando y massista, pero al de Tigre, Julio Zamora, rival de Massa y donde se hizo el acto, no le llegó nunca la invitación. ¿Qué tiene de malo eso, si al anuncio de las tarifas, el más importante que hizo hasta ahora, no fue Massa sino su mujer, que fue además la gran protagonista?.

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Tarifas de luz: en qué provincia se paga más caro por la electricidad

Las boletas en Neuquén, Entre Ríos y Córdoba pueden costar hasta tres veces más que en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Mirar la televisión o cargar el teléfono en Neuquén, Entre Ríos o Córdoba puede llegar a costar hasta tres veces más que hacerlo en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Esto sucede por la disparidad de precios en las tarifas eléctricas del país, que ocurre principalmente por la diferencia de costos de distribución, por la carga impositiva que aplica cada jurisdicción y por la política del Gobierno de congelar las boletas de luz en el AMBA, donde está su principal base electoral (especialmente en el conurbano).

Una tarifa de luz residencial promedio en el AMBA para un consumo de 300 kilowatts hora (kwh) costó en junio alrededor de $1900, mientras que en idéntico período, el mismo consumo eléctrico valió en Neuquén, $5733; en Entre Ríos, $5037; Córdoba, $4892; Tucumán, $4460; Santa Fe, $4239, y en Salta, $4147, según el informe de los consultores Luciano Caratori y Mauricio Roitman, que publicó la cuenta de Twitter @arg_endatos.

El precio final de las boletas de electricidad está compuesto por el costo de tres servicios y la carga tributaria. En promedio, un 39% del precio final de la factura refleja el costo de generación eléctrica (donde operan las empresas Pampa Energía, Enel, Genneia, YPF Luz, Central Puerto y AES, entre otras); un 2% es el costo del transporte a los centros de consumo (Transener); el 29% es el valor de distribución a los hogares (Edenor, Edesur, Edelap, entre otras) y 30% son impuestos.

Sin embargo, hay provincias como Tucumán, Neuquén, Río Negro y Salta que tienen costos de distribución mayores a los del promedio general. Estas diferencias ocurren porque cada provincia regula la tarifa de las distribuidoras eléctricas, excepto en el AMBA, donde los ingresos de Edenor y Edesur dependen de la política tarifaria del ente regulador nacional de la electricidad (ENRE), que está intervenido por Soledad Manín, una funcionaria cercana a Máximo Kirchner y Federico Basualdo, exsubsecretario de Energía Eléctrica.

El costo de distribución en el AMBA históricamente fue más económico que en el resto del país, ya que, al estar más densamente poblada, el costo del tendido eléctrico se divide entre más usuarios. Sin embargo, las diferencias se acentuaron con la decisión política de pisar las tarifas eléctricas de Edenor y Edesur y dar subas de solo 30% en los últimos tres años, cuando en el resto del país, los gobernadores otorgaron aumentos más en línea con la inflación.

Esto generó, a su vez, que como a Edenor y Edesur no les alcanzan sus ingresos para cubrir los costos, se financian con parte de la recaudación de tarifas que deberían darle al Estado, lo que genera un subsidio no oficializado.

Otro factor que encarece las tarifas eléctricas en el interior es la carga tributaria. En Entre Ríos, por ejemplo, los impuestos representan un 36% del costo total de la factura, mientras que en el AMBA es el 21%. En Santiago del Estero, los impuestos significan el 29%; en Córdoba, el 27%; en Tucumán, el 25%, y en Chaco y Santa Fe, el 24%.

Más allá de estas diferencias, el costo de la generación eléctrica está subsidiado por el Estado Nacional en todo el país. Los usuarios residenciales cubren solo el 18% de su costo, mientras que el resto lo aporta el Tesoro con transferencias. Este subsidio es el que el ministro de Economía, Sergio Massa, quiere reducir.

Por lo tanto, todos los usuarios que no se hayan anotado en la declaración jurada o que no hayan cumplido con los criterios establecidos para mantener los subsidios pagarán el costo pleno de la electricidad; el decir, el 100%, en vez del 18%. Según estimaciones oficiales, esto implicarían un incremento final de alrededor del 200%, que se haría de manera escalonada a través de tres aumentos bimestrales.

También pagarán el costo pleno de la electricidad aquellos hogares residenciales que superen el consumo mensual de 400 kwh (solo sobre el excedente). En promedio, las familias demandan 300 kwh por mes. Según estimaciones oficiales, solo el 20% de los hogares se excede de ese tope.

El jueves se espera que la Secretaría de Energía de más precisiones sobre los aumentos tarifarios, sobre todo en lo que se refiere al servicio de gas por red, donde todavía no se especificó de cuánto será el tope de consumo, que se establecería por región. Podría ser el debut público de la flamante secretaria Flavia Royón y de su subsecretaria de Planificación, Cecilia Garibotti.

“A la segmentación se agregan topes de consumo para promover ahorro de recursos y un sistema más progresivo de subsidios. Quien menos consume o menos ingresos tiene menos paga, quien más consume o más ingresos tiene, más paga”, dijo Massa en Twitter.

“La segmentación y el tope de subsidio tendrá un criterio federal con comprensión climática. La entrada en vigencia será por sector y zona, y será informada el jueves por la secretaría de @Energia_Ar. En el caso del agua rige desde el 1° de septiembre. Si ahorramos agua y energía, y ordenamos el sistema de distribución de subsidios, protegiendo la tarifa social, el Estado se ahorrará 500.000 millones de pesos al año”, agregó.

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