Las cooperativas políticas no se renuevan
Por: Federico Malvasio
@fedemalva
Con la lista presentada surgen análisis de rigor.
Una de las lecturas más a mano que se puede hacer es si la nómina oficialista la integran dirigentes que responderán al Gobernador en un supuesto segundo mandato, donde la cláusula de reelección condiciona el liderazgo.
Los mandatarios han sabido alinear a los legisladores. Hubo, en la historia reciente, dos presidentes que supieron conservar con buena muñeca a su tropa. Jorge Busti lo hizo en el período 2007-2011; y Sergio Urribarri en el actual. Dejaron el Poder Ejecutivo para presidir la Cámara de Diputados. Y lo hicieron sin sobresaltos.
A Busti le respondieron cuando rompió con su sucesor durante el la grieta del conflicto del campo. A Urribarri cuando se alejó de su sucesor por diferencias en posicionamientos sobre el escenario nacional. Gustavo Bordet tuvo dos desafíos que se dirimieron en Diputados: la reforma política y la presidencia del cuerpo. En las dos oportunidades fueron los legisladores bajo la batuta de Urribarri, en alianzas tácitas con la oposición, quienes truncaron los objetivos del mandatario.
Las segundas gestiones exigen un armado con dirigentes de confianza. El 11 de diciembre comienza la erosión del poder. ¿Expresa a Bordet la lista presentada el sábado? Parece haberse roto una lógica. Se apeló a las herramientas básicas de la integración: tener todas las cooperativas políticas adentro en un equilibrio con los rompecabezas territoriales. Julio Solanas encabeza la nómina en representación del kirchnerismo tras el acuerdo alcanzado a escala nacional. Lo secunda Ángel Giano, que estaba dispuesto a complicarle la vida a Enrique Cresto en la que ya no sería la capital del peronismo.
Mariano Rebord aparece en el cuarto lugar. Antes está Carina Ramos, que responde a Adán Bahl. Los que le siguen a Rebord son José Cáceres (el único que le respondió a Urribarri cuando rompió con Busti en 2008); Gustavo Zavallo es de Busti; Silvia Moreno filo K y bordetista; Juan Navarro enrolado en Juan Navarro; María del Carmen Toller esposa del ex senador César Melchiori; Leonardo Silva responde a Juan José Bahillo; y Marcelo Bisogni puesto por Eduardo Lauritto en detrimento de Carlos Scelzi. Después siguen los camporistas Stefanía Cora y Juan Manuel Huss. Un poco más atrás, pero con lugar asegurado, se ubica Diego Lara, espada legislativa de Rosario Romero.
Excepto Ramos, Moreno, Silva y Cora, la mayoría de los nombres que aparecen asumirán su segundo y hasta tercer mandato en una banca. ¿No hay en cada una de las cooperativas caras nuevas?
Bordet accedió a esa oferta. Del Gobernador habrá que destacar la exclusión de José Allende, dueño de un imperio que el mandatario empezó a desarmar con la salida de Ariel De la Rosa del sensible Ministerio de Salud.
En la vereda de enfrente
En Cambiemos ocurre lo mismo. El PRO, el partido de éste siglo, repite nombres: Esteban Vitor, Ayelén Acosta, Martín Anguiano, Nicolás Mattiauda (de senador a diputado) y Juan Domingo Zacarías (que no es del PRO, pero entró por Frigerio y fue diputado nacional y diputado provincial en la década del ‘90 y principio de siglo). El espacio de Atilio Benedetti ubicó a Gustavo Cusinato (ex intendente en los ’90, ex diputado nacional y provincial), Juan Carlos Arralde (ex senador provincial) y María Alejandra Viola (actual diputada). Por el espacio de Sergio Varisco están Eduardo Solari (ex diputado provincial y actual funcionario de la Municipalidad de Paraná). La renovación llega con el cuarto lugar de su hija, Lucía Varisco. Por el espacio de la ex diputada y ex intendenta de Victoria en los ‘90, Gracia Jaroslavsky, va la misma Jaroslavsky.
El GEN y la Coalición Cívica, los otros dos sellos que constituyen Cambiemos, introdujeron en la lista a sus dos únicos referentes: el ex diputado provincial, Osvaldo Fernández; y la ex diputada nacional, Hilma Re.
La política es una carrera, que como tal, debería ser ascendente. Son insignificantes los casos en que el proceso sigue esa dirección.
El cierre de listas no despertó sorpresas para la comunidad política y periodística. Sorpresa será si la próxima conformación de la Legislatura se convierte en un ámbito de importantes debates.
Fuente: Página Política
@fedemalva
Con la lista presentada surgen análisis de rigor.
Una de las lecturas más a mano que se puede hacer es si la nómina oficialista la integran dirigentes que responderán al Gobernador en un supuesto segundo mandato, donde la cláusula de reelección condiciona el liderazgo.
Los mandatarios han sabido alinear a los legisladores. Hubo, en la historia reciente, dos presidentes que supieron conservar con buena muñeca a su tropa. Jorge Busti lo hizo en el período 2007-2011; y Sergio Urribarri en el actual. Dejaron el Poder Ejecutivo para presidir la Cámara de Diputados. Y lo hicieron sin sobresaltos.
A Busti le respondieron cuando rompió con su sucesor durante el la grieta del conflicto del campo. A Urribarri cuando se alejó de su sucesor por diferencias en posicionamientos sobre el escenario nacional. Gustavo Bordet tuvo dos desafíos que se dirimieron en Diputados: la reforma política y la presidencia del cuerpo. En las dos oportunidades fueron los legisladores bajo la batuta de Urribarri, en alianzas tácitas con la oposición, quienes truncaron los objetivos del mandatario.
Las segundas gestiones exigen un armado con dirigentes de confianza. El 11 de diciembre comienza la erosión del poder. ¿Expresa a Bordet la lista presentada el sábado? Parece haberse roto una lógica. Se apeló a las herramientas básicas de la integración: tener todas las cooperativas políticas adentro en un equilibrio con los rompecabezas territoriales. Julio Solanas encabeza la nómina en representación del kirchnerismo tras el acuerdo alcanzado a escala nacional. Lo secunda Ángel Giano, que estaba dispuesto a complicarle la vida a Enrique Cresto en la que ya no sería la capital del peronismo.
Mariano Rebord aparece en el cuarto lugar. Antes está Carina Ramos, que responde a Adán Bahl. Los que le siguen a Rebord son José Cáceres (el único que le respondió a Urribarri cuando rompió con Busti en 2008); Gustavo Zavallo es de Busti; Silvia Moreno filo K y bordetista; Juan Navarro enrolado en Juan Navarro; María del Carmen Toller esposa del ex senador César Melchiori; Leonardo Silva responde a Juan José Bahillo; y Marcelo Bisogni puesto por Eduardo Lauritto en detrimento de Carlos Scelzi. Después siguen los camporistas Stefanía Cora y Juan Manuel Huss. Un poco más atrás, pero con lugar asegurado, se ubica Diego Lara, espada legislativa de Rosario Romero.
Excepto Ramos, Moreno, Silva y Cora, la mayoría de los nombres que aparecen asumirán su segundo y hasta tercer mandato en una banca. ¿No hay en cada una de las cooperativas caras nuevas?
Bordet accedió a esa oferta. Del Gobernador habrá que destacar la exclusión de José Allende, dueño de un imperio que el mandatario empezó a desarmar con la salida de Ariel De la Rosa del sensible Ministerio de Salud.
En la vereda de enfrente
En Cambiemos ocurre lo mismo. El PRO, el partido de éste siglo, repite nombres: Esteban Vitor, Ayelén Acosta, Martín Anguiano, Nicolás Mattiauda (de senador a diputado) y Juan Domingo Zacarías (que no es del PRO, pero entró por Frigerio y fue diputado nacional y diputado provincial en la década del ‘90 y principio de siglo). El espacio de Atilio Benedetti ubicó a Gustavo Cusinato (ex intendente en los ’90, ex diputado nacional y provincial), Juan Carlos Arralde (ex senador provincial) y María Alejandra Viola (actual diputada). Por el espacio de Sergio Varisco están Eduardo Solari (ex diputado provincial y actual funcionario de la Municipalidad de Paraná). La renovación llega con el cuarto lugar de su hija, Lucía Varisco. Por el espacio de la ex diputada y ex intendenta de Victoria en los ‘90, Gracia Jaroslavsky, va la misma Jaroslavsky.
El GEN y la Coalición Cívica, los otros dos sellos que constituyen Cambiemos, introdujeron en la lista a sus dos únicos referentes: el ex diputado provincial, Osvaldo Fernández; y la ex diputada nacional, Hilma Re.
La política es una carrera, que como tal, debería ser ascendente. Son insignificantes los casos en que el proceso sigue esa dirección.
El cierre de listas no despertó sorpresas para la comunidad política y periodística. Sorpresa será si la próxima conformación de la Legislatura se convierte en un ámbito de importantes debates.
Fuente: Página Política
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